14/02/2020 Sólo tu Palabra, Señor, puede ser salvación para tu pueblo,

 

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 14 FEBRERO 2020
Sólo tu Palabra, Señor, puede ser salvación para tu pueblo,

El tema del capítulo 11 es la vergüenza y la muerte de Salomón. En este capítulo, se nos cuenta sobre las mujeres y las concubinas de Salomón. En su vejez, ellas inclinaron su corazón tras otros dioses. Dios amenazó a Salomón. Los adversarios de Salomón eran Hadad, Rezón y Jeroboam. Tenemos también las obras, el reino y la muerte de Salomón. Y finalmente, Roboam le sucedió.
Salomón fue el fracaso más colosal registrado en todas las páginas de la Escritura. El Señor Jesucristo dijo (en Lucas 12:48): "Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará". Salomón tuvo la oportunidad más grande que cualquier hombre jamás haya tenido. Comenzó por no eliminar la falsa religión (1 Reyes 3). Lo que primero fue como una mancha, más tarde se había convertido en algo así como la plaga de lepra. Tenía un harén de mil mujeres paganas, que apartaron su corazón del Señor. Por este motivo el Señor hizo surgir enemigos a Salomón y permitió que Jeroboam creciera en importancia y finalmente, dividiera el reino.
El Señor se enojó contra Salomón; el reino iba a ser dividido como resultado del juicio de Dios. Sin embargo, veremos que esto no ocurriría en los tiempos de Salomón por amor a David su padre. Salomón le daría un alto puesto a Jeroboam, pero este conspiraría y encabezaría una rebelión de las 10 tribus del norte, conforme a la palabra de Ahías el profeta. Cuando Salomón descubriera esto, trataría de matar a Jeroboam, quien huiría a Egipto hasta la muerte de Salomón. Y el capítulo 11, concluiría con la muerte de Salomón, quien reinó durante 40 años.
Primera lectura 1 R 11, 29 – 32; 12,19
El orgullo de un dirigente causa la división de la nación
Se independizó Israel de la casa de David
Un día, salió Jeroboán de Jerusalén, y el profeta Ajías, de Siló, envuelto en un manto nuevo, se lo encontró en el camino; estaban los dos solos, en descampado. Ajías agarró su manto nuevo, lo rasgó en doce trozos y dijo a Jeroboán: "Coge diez trozos, porque así dice el Señor, Dios de Israel: "Voy a arrancarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus; lo restante será para él, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel." Así fue como se independizó Israel de la casa de David hasta hoy
Se cumple aquí lo que el Señor le había dicho a Salomón. Son las consecuencias de apartarse de Dios: la desunión y la ruptura.
Hay que ver hoy en día lo frecuentes que son las rupturas matrimoniales, con lo que esto implica de infelicidad.
También tenemos que examinarnos de otros tipos de rupturas con amigos o con otras personas: parece difícil mantener la paz, no ya entre países, sino entre estructuras mucho más pequeñas y próximas.

Al pueblo que se regocija porque tiene asegurada la comida, Dios le recuerda la misión que le fue encomendada: ha sido llamado a la libertad
Salmo 81, 10-11ab.12-13.14-15
Escuchar la voz del Señor es indispensable para el cristiano
Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.
¡Ojala me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.
La escucha de la Palabra del Señor y su meditación es necesaria para nuestra felicidad. Además, aunque nos separemos del Señor, Él siempre está dispuesto al perdón. El perdón de nuestro prójimo es camino para el perdón del Señor.

Jesús sigue caminando por las fronteras de Galilea. En Decápolis está en un territorio cuya población es mayoritariamente pagana.
Imponer las manos era como llamar sobre alguien el poder divino; Jesús no la hace porque no tiene por qué pedir. Su gesto demuestra que tiene en sí, en su naturaleza humana, toda la salud que necesitamos, y se la comunica al enfermo
Evangelio Mc 7, 31 - 37
El cristiano debe seguir el ejemplo de Jesús en la atención a los demás
Hace oír a los sordos y hablar a los mudos
En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos."
¿Qué querrá decir el suspiro del Señor? ¿Es un suspiro de paciencia? ¿O de impaciencia? ¿Es un suspiro entrañable con aquel hombre al que está curando?
La curación del sordomudo debe hacernos pensar en nuestras facultades, en si escuchamos la Palabra de Dios y la proclamamos al mundo; esa es nuestra misión cristiana

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Tenemos que tratar siempre de unir personas y de estar unidos a otras personas. La comunidad viva es el mejor ejemplo. El camino de la familia unida es mucho más feliz. La escucha de la Palabra del Señor nos ayudará en todo momento. El Señor está siempre atento a nuestros suspiros

¿QUÉ NOS DICE?: ¿Soy generador de paz y de unión? ¿Pienso lo que puedo hacer y lo que no debo hacer para mantener esa paz y esa unión? ¿Amplio mis ambiciones de unión a personas que conozco y que están necesitadas? ¿Llamo por teléfono de vez en cuando a la familia y amigos para interesarme por ellos?

LA ORACIÓN: Señor, tu Palabra debe de ser mi camino, un camino de paz y de unión entre todas las personas, que sepan perdonarse los errores que siempre cometemos y que sepan mantenerse unidos y así felices, siempre bajo la capa de tu amor.

Exhortación Apostólica “VIVE CRISTO” DEL Papa FRANCISCO a los jóvenes y a todo el Pueblo de Dios
135. Dios es el autor de la juventud y Él obra en cada joven. La juventud es un tiempo bendito para el joven y una bendición para la Iglesia y el mundo. Es una alegría, un canto de esperanza y una bienaventuranza. Apreciar la juventud implica ver este tiempo de la vida como un momento valioso y no como una etapa de paso donde la gente joven se siente empujada hacia la edad adulta.


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