08/04/2021 La experiencia de Jesús puede llenar nuestros corazones y llevarnos a proclamar la gran noticia de su resurrección

 

 ¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 08 ABRIL 2021
La experiencia de Jesús puede llenar nuestros corazones y llevarnos a proclamar la gran noticia de su resurrección

El texto de Lucas parte de la curación del paralítico para plantear toda una catequesis sobre la fe pascual. Como en el Evangelio, el milagro es un signo que remite a la llegada del Reino de Dios y a la propia persona de Jesús, en cuyo nombre Pedro y Juan han actuado. Pero en el discurso va mucho más allá del hecho. Se trata de la proclamación del gran Acontecimiento Pascual, que rompe definitivamente las fronteras del mal y la muerte con todas sus rémoras y otorga un sentido esperanzado de un Dios que vive e invita a vivir más allá de los corsés de una religión milagrera.
La catequesis de Pedro a través de Lucas invita, rememorando al Bautista, al arrepentimiento y a la conversión. Solo así se puede “ver” la Pascua, animarse a entrar en su Misterio donde ya todo es Milagro de Amor y Vida.
Primera lectura Hch 3,11-26
El Espíritu ha penetrado y triunfado en los apóstoles
Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban. Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: «Israelitas, ¿por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas antiguos. Moisés dijo: "El Señor Dios sacará de entre vosotros un profeta como yo: escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del pueblo." Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la afianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "Tu descendencia será la bendición de todas las razas de la tierra." Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados.»
1 Pedro expone el milagro de la curación a la luz del Dios que se revela. Con una visión emotiva de la historia de la salvación la mirada se dirige a la acción salvadora de Dios en Cristo Jesús.
2 Escuchando esta palabra con atención, podemos darnos cuenta de la amplitud y profundidad de las ideas de Pedro. Es un llamamiento profundo a la manera de pensar de los judíos, una apelación vencedora a su conciencia religiosa.
3 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob es el «Dios de nuestros padres». Pedro emplea deliberadamente esta designación de Dios. Es familiar a la manera como piensan y hablan los judíos y es muy significativa.
4 Y escuchándola ahora, en nuestros días, es también una llamada a nuestra conciencia, y a nuestra consciencia de la presencia del Señor en nuestras vidas
4 Es, por otra parte, la segunda proclamación de Jesús que hace Pedro, recalcando la resurrección de Cristo, realizada por el Padre. La conversión es necesaria en las vidas de los judíos, al igual que en la nuestra. El aspecto evangelizador que siempre debemos de poner de manifiesto los cristianos
5 Muestra a Jesús como el profeta anunciado por Moisés (Dt 18, 18), al que hay que escuchar. Son proclamaciones básicas de nuestro ser religioso.

Por muy grande que sea nuestra dignidad jamás nos olvidemos de que sólo en una relación continua con el Señor podremos realizarnos plenamente. Encaminar hacia Él nuestros pasos; dejarnos guiar por su Espíritu es la mejor de las decisiones que, con toda libertad, podamos haber tomado. "Quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien" (Papa Francisco)
Salmo 8, 2a.5-9
El hombre es el representante de Dios en la obra de la creación.
Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¡Señor, dueño nuestro,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies.
Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo, las aves del cielo,
los peces del mar, que trazan sendas por el mar.
En el corazón del salmo encontramos una pregunta clave en la vida del ser humano: « ¿Qué es el hombre...?» .
Ante la fascinación que le provoca el universo, el ser humano, único animal racional, pregunta acerca de su propia identidad.
Si es tan grande la diferencia entre el Creador y la criatura, ¿cuál es el papel que juega y cuál el puesto que ocupa el hombre en la creación?
La respuesta es extraordinariamente positiva. Para comprenderlo basta examinar las acciones de Dios en favor del ser humano, caracterizadas en este salmo por los siguientes verbos: se acuerda del ser humano y lo visita, lo hizo poco inferior a un dios, lo coronó, lo hizo reinar y lo puso todo bajo sus pies.
Son acciones que muestran al ser humano como señor y rey de la creación.
El hombre es el punto central de la creación y su rey, y recibe gratuitamente de Dios un poder participado que lo convierte en señor de las cosas creadas.
El señorío del ser humano se hace presente en el texto al recordar sobre qué o quiénes «reina»: los animales domésticos y salvajes, las aves que vuelan en el cielo y los peces que, misteriosamente, surcan sendas en el silencio y la profundidad de los mares.
Dicho brevemente, el ser humano es señor de toda la creación.
Gracias, Señor, por colocarnos por encima de toda la creación material.
Te rogamos que nuestra conducta sea de utilización responsable de todo lo que has puesto en nuestras manos, empleando los productos naturales sin ansias de enriquecimiento, sin ambición desmedida, y siempre compartiendo todo con nuestro prójimo
Te alabamos y te bendecimos por tus obras, que hoy la ciencia manifiesta con mayor evidencia, tanta que, a veces, el hombre piensa orgullosamente que es un dios, engreído y superior a todo.

Los relatos de las apariciones nos muestran la dificultad con que los primeros discípulos vivieron la experiencia de la Resurrección de Jesús, del mismo Maestro con quienes vivieron tres años, al que vieron morir en la cruz. “Mirad, soy yo en persona”, les dice en este texto de Lucas. Está vivo, presente, se deja tocar... pero su realidad va más allá de lo visible. En el Señor Resucitado perciben un Misterio que les sobrepasa, una Vida Plena donde la muerte ya no tiene resquicio. En sus palabras, sus gestos descubren el gran Sacramento de Dios que fue, es y será. Lo conocen, pero lo descubren de nuevo. “Caen en la cuenta de...” como los discípulos de Emaús: el pan, el vino, el compartir todo es ya Sacramento...
Pero la Pascua es mucho más que asombro, Misterio, alegría que rebosa el corazón...El Señor Resucitado anima, invita y llama de manera imperativa a la Misión. La Fe, que ha percibido en toda su trascendencia al Resucitado sería solamente una ilusión subjetiva si no se convirtiera en Amor...y, por propia definición, amar es un verbo de movimiento... La Pascua es un proceso que culmina en Pentecostés cuando el Espíritu hace comprender a los apóstoles, también a nosotros, que el Señor y el Evangelio no solo está con nosotros sino en nosotros y no nos queda otra que testimoniarlo ante los demás con nuestra vida.
¿Crees que los cristianos vivimos plenamente la alegría de las Pascua o es algo que recitamos sin más en el Credo?
¿A qué consecuencias debería llevarnos creer en la Resurrección?
¿Qué personas de nuestra Iglesia pasada y presente consideras que han vivido o viven esta Resurrección en su vida?
Evangelio Lc 24,35-48
También nosotros podemos reconocer a Cristo en la fracción del pan eucarístico, en la Palabra bíblica y en la comunidad reunida
Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.» Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.» Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo de comer?» Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.» Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»
1 Como había desaparecido repentinamente de la vista de los discípulos de Emaús, también ahora se presenta Jesús repentinamente en medio de los once y de los que están con ellos.
2 Jesús no está ya sometido a las leyes del espacio y del movimiento en el espacio. El modo de existir del Resucitado no es ya el modo de existir del Jesús terrestre, del Jesús del viernes santo.
3 La resurrección de Jesús y su aparición en figura corporal es cosa que sobrepasa la capacidad de comprensión humana y la expectativa humana. Ni siquiera viendo y oyendo su saludo de paz logran los discípulos convencerse de que es él; sin embargo, habían llegado ya a la fe en la resurrección
4 Es precioso ver cómo Jesús enlaza su vida y su sufrimiento con lo profetizado en el Antiguo Testamento, lo cual viene a recordarnos que debemos ver la Biblia con sentido Cristo céntrico, es decir, el Antiguo Testamento cómo preparación y el Nuevo Testamento cómo realización, sentido que, como decía antes, vemos aquí confirmado por el mismo Jesús, el Cristo.
5 Cómo ya hacía Pedro en la primera lectura de hoy, Cristo nos invita a la conversión y al perdón, ante esa violencia cómo la de los judíos que le llevó a la muerte en la cruz.
6 Jesús tiene un nuevo modo de presencia, a la manera de Dios.
7 “La resurrección de Jesús y su constitución como Señor de la historia es un acontecimiento trascendente, que -sin embargo- tiene sus señales históricas, realmente palpables por los creyentes. Así éstos pueden decir que Jesús camina con ellos (Lc 24,15), come y bebe con ellos (24,34.43), pesca con ellos (Jn 21,6), se reúne con ellos, se presenta en medio de ellos, aunque las puertas estén cerradas (21,19). Jesús Resucitado está, como Dios vivo, en el corazón de la historia. Y repite los signos que le acompañan en su misión evangelizadora, lo que permite reconocerle. Dichos signos confirman también la Palabra que anuncian los discípulos (Mc 16,20)”.(De la catequesis ‹‹HA RESUCITADO››, de la Comunidad de Ayala)

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Es importante nuestra lectura e intento de comprensión de las Escrituras, que nos acercarán al Señor. Nuestra proclamación de estas verdades, siempre con la ayuda del Espíritu del Señor, es tarea que no podemos retrasar ni disimular. La presencia del Señor en nuestra vida puede y debe de ser tan real como aquí se relata.

¿QUE NOS DICE? : ¿Proclamamos lo que creemos y llevamos en nuestro corazón, ese Espíritu del Padre? ¿Le damos gracias al Señor por esa creación que nos ha otorgado? ¿Vemos al Señor en nuestra vida?

LA ORACIÓN: Renueva y da vida a todas las cosas, Señor Cristo, salvador del mundo y rey de la nueva creación, haz que ya desde ahora, con el espíritu, vivamos en tu reino, donde estás sentado a la derecha del Padre. Te lo pedimos, Señor

CARTA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE
LA FRATERNIDAD Y LA AMISTAD SOCIAL
135. Retomo ejemplos que mencioné tiempo atrás: la cultura de los latinos es «un fermento de valores y posibilidades que puede hacer mucho bien a los Estados Unidos. [...] Una fuerte inmigración siempre termina marcando y transformando la cultura de un lugar. En la Argentina, la fuerte inmigración italiana ha marcado la cultura de la sociedad, y en el estilo cultural de Buenos Aires se nota mucho la presencia de alrededor de 200.000 judíos. Los inmigrantes, si se los ayuda a integrarse, son una bendición, una riqueza y un nuevo don que invita a una sociedad a crecer.

 

 

 

 

 



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