14/04/2021 San José Obrero nos ofrece un camino cristiano
¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 14 ABRIL 2021
San José Obrero nos ofrece un camino cristiano
En aquel tiempo los judíos estaban dominados y divididos, y Jesús enseñaba un camino de libertad que, hoy en día, se llama acción no violenta. Y las autoridades se libraros de él para defender la seguridad de su nación y su propia política.
Creer en Jesús esra reconocer que se había actuado mal al rechazarlo, y precisamente los sacerdotes piden a Pablo y a Juan que no se solidaricen con un hombre al que ellos han condenado legalmente
Primera lectura Hch 5,17-26
El Señor siempre nos salva
Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.
En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido -la secta de los saduceos-, llenos de envidia, mandaron prender a los apóstoles y meterlos en la cárcel común. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los sacó fuera, diciéndoles: «Id al templo y explicadle allí al pueblo íntegramente este modo de vida.» Entonces ellos entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Llegó entre tanto el sumo sacerdote con los de su partido, convocaron el Sanedrín y el pleno de los ancianos israelitas, y mandaron por los presos a la cárcel. Fueron los guardias, pero no los encontraron en la celda, y volvieron a informar: «Hemos encontrado la cárcel cerrada, con las barras echadas, y a los centinelas guardando las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro.» El comisario del templo y los sumos sacerdotes no atinaban a explicarse qué había pasado con los presos. Uno se presentó, avisando: «Los hombres que metisteis en la cárcel están ahí en el templo y siguen enseñando al pueblo.» El comisario salió con los guardias y se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease.
1 El misterio de la liberación pascual no se les presenta ya a los apóstoles tan solo como un acontecimiento de la vida de Cristo de la que han de dar testimonio: se convierte en una experiencia religiosa personal, un hecho de vida concreto. Solo en ese momento alcanza la fe su culminación.
2 La Eucaristía conmemora precisamente los hechos antiguos para que aprendamos a encontrarlos en nuestra vida personal, y especialmente en todo acontecimiento que libera y promociona al hombre.
3 Pero debemos entenderlo bien: “Anunciar en el Templo” no significa solamente hacerlo en las iglesias, sino que tenemos que anunciar esas palabras de vida en nuestro quehacer cotidiano, en nuestro lugar de trabajo, en la familia... .
4 El Señor nos da hoy el mismo mandato ¿A quién debo comunicar la Palabra de vida sobre Dios, sobre la resurrección, sobre la justicia, sobre el amor? Y, tenemos que hacerlo no solamente con palabras, sino con actos, con nuestras obras, con nuestra atención a los más necesitados
5 El ejemplo del modo de vida cristiano, lo tenemos en el que llevaban a cabo las primeras comunidades, unos preocupados por los otros, las necesidades atendidas dentro de la necesaria austeridad, las personas escuchadas en sus angustias, la oración siempre presente en el quehacer cotidiano, el testimonio continuamente otorgado en todo el ámbito de presencia.
6 La Palabra del Señor apoyada por el testimonio, por el trabajo bien hecho, por la ayuda al compañero; el modo de vida cristiano, siempre basado en la experiencia de fe, en la seguridad de que el Señor marcha con nosotros en nuestro caminar por la vida, sufre con nosotros, se alegra con nosotros, y siempre nos libera de nuestros males, nos da la libertad y la sabiduría para hablar de Él en todos los foros en los que participemos.
La constante bendición y la incesante acción de gracias forman el pórtico de este salmo alfabético. Dios merece ser alabado.
Las dos frases repiten el mismo pensamiento con palabras diferentes, como hacen muchos versículos de los salmos, y que es muy común en la poesía Hebrea; se conoce como paralelismo. En este caso, el salmista está expresando que la bendición y alabanza al Señor estarán siempre activas, siempre presentes.
Sal 34,2-9
Alabemos con frecuencia al Señor
Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
Te bendecimos y te alabamos, Señor, porque Tú siempre nos muestras tu misericordia, nos hace participes de tu bondad, y nos enseñas el camino de la vida
Tu gloria y tu grandeza son intangibles, pero nos cubren con su manto de fidelidad y, en nuestra humildad, nos llenan de alegría y deseos de vivir y proclamar ese reinado tuyo que trata siempre de llevar justicia y paz a todo el universo
Cuando a Ti clamamos, Señor, tu respuesta siempre nos alcanza, aunque a veces el populoso ruido que llena el mundo con sus ofertas, sus mentiras y su egoísmo, nos sumerge en una sordera que nos atrae y nos desvía del camino de la justicia
Te rogamos, pues Señor, que Tu luz sea más diáfana que el consumismo humano, y que seamos capaces de ver tu rostro sin vergüenza ni timidez, dando siempre testimonio de ese modo de vida que tu Hijo ha venido a enseñarnos.
Te rogamos, Señor, por aquellos a los que alguna pena aflige, que se sienten oprimidos por alguna angustia que inunda su corazón; que sepan, Señor, buscar en Ti la salvación, que no sólo se produce en la nueva presencia a tu lado, sino que Tú la has traído también a esta vida terrena., y quieres que la disfrutemos
Para esa salvación siempre tendremos “a mano” un ángel que nos llevará “en volandas” bajo tu protección.
Y así, a Ti acogidos, gustaremos de tu bondad, nos haremos conscientes de la felicidad que transmites y disfrutaremos de tu salvación.
Gracias, Señor, de nuevo no tenemos más remedio que bendecirte y alabarte, emocionados por tu grandeza, tu misericordia y tu fidelidad. Seamos conscientes y gustemos de todo ello.
Te rogamos, Señor, que nos permitas estar siempre al lado de lo más humildes, que formemos parte de esa escucha y les transmitamos la alegría de tenerte cerca, para así poder “gustar y ver que bueno es el Señor”, que, aún en medio de privaciones y disgustos, sabe implantar consuelo, compasión, y, a la postre, alegría.
Alegría que llega a todos aquellos que te invocan, Señor. Ilumíname para ser ángel que acampe y proteja, en tu santo Nombre, a todos ellos.
El concepto mundo tiene muchos significados; aquí se trata del mundo con que se encuentra el creyente en su vida cotidiana, un mundo que puede ser agresor o corruptor, pero que es “su mundo”.
No hay nada en ese mundo que no sea criatura de Dios, pero son los hombres los que hemos puesto orden en él, porque hay mil maneras de percibir lo que nos rodea, de preferir o ignorar las cosas y las personas
Evangelio Jn 3,16-21
Sigamos el ejemplo del Señor con nuestra ayuda a la salvación de los que nos rodean
Dios mandó su Hijo para que el mundo se salve por Él.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz y para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
1 La Vida Nueva, la Novedad del Reino, como nacer de Nuevo. El Hijo es quien trae todo esto. El Hijo es la Salvación, que está en el mundo para dar vida. Todo esto es la obra del amor de Dios al hombre. Y el hombre puede rechazar la Salvación, en lo que consiste "el juicio".
2 Juan expresa una clave fundamental de la fe: Dios Salvador. Dios es el que tiene la iniciativa de la salvación: lo nuestro es volvernos a Él, aceptar la salvación que Dios ofrece.
3 Y, ¿cómo es eso?; pues por medio del amor siempre presente en los escritos de Juan. Las palabras de hoy subliman ese amor de Dios.
4 Si pensamos en entregar un hijo para que otros se salven, nos daremos cuenta del gran amor que el Padre siente por el mundo. El mundo referido en esta ocasión como toda la humanidad por Él creada.
5 Un Hijo que viene para salvarnos, salvarnos de nuestro egoísmo, de nuestras mentiras, de nuestras ambiciones desmedidas.
6 Un Hijo que merece toda nuestra confianza y toda nuestra veneración, que, si creemos en Él ya estamos salvados, sin juicio alguno, en esa salvación eterna que empieza ya aquí, hoy, ahora, por la que debemos de caminar, con esa experiencia de fe de los Apóstoles.
7 Caminando “en la verdad que nos acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.
8 Así se asienta una postura básica en nuestra espiritualidad: ser cristiano no es buscar a Dios lejano, invocarle a ver si nos escucha, hacer penitencia a ver si nos perdona. Ser cristiano es aceptar a Dios cercano, responder a la Palabra que nos dirige, aceptar el perdón que ofrece. Religión es responder a la invitación de Dios.
LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: La fidelidad del Señor siempre estará presente en nuestra vida, apoyando nuestro testimonio cristiano, nuestro bien hacer por la vida; ese bien hacer que nos lleva a acercarnos a los que más sufren para, como dicen las bienaventuranzas, “que sean consolados”. Sabemos que esa fe es la fe de Jesús que nos salva y nos evita el juicio.
¿QUÉ NOS DICE? : ¿Tenemos esa experiencia de fe de ver a Dios en los acontecimientos de nuestra vida? ¿Confiamos en Él? ¿Recurrimos al Señor en nuestros momentos difíciles? ¿Somos camino hacia el Señor para los más humildes? ¿Caminamos en la verdad así damos testimonio de realizar las obras según Dios?
LA ORACIÓN: Señor, tú que vives en tu Iglesia hasta el fin de los tiempos, condúcela por el Espíritu Santo al conocimiento de la verdad plena. Te lo pedimos, Señor
CARTA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE
LA FRATERNIDAD Y LA AMISTAD SOCIAL
140. Quien no vive la gratuidad fraterna, convierte su existencia en un comercio ansioso, está siempre midiendo lo que da y lo que recibe a cambio. Dios, en cambio, da gratis, hasta el punto de que ayuda aun a los que no son fieles, y «hace salir el sol sobre malos y buenos» (Mt 5,45). Por algo Jesús recomienda: «Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha, para que tu limosna quede en secreto» (Mt 6,3-4). Hemos recibido la vida gratis, no hemos pagado por ella. Entonces todos podemos dar sin esperar algo, hacer el bien sin exigirle tanto a esa persona que uno ayuda. Es lo que Jesús decía a sus discípulos: «Lo que han recibido gratis, entréguenlo también gratis» (Mt 10,8).
