02/12/2021 Querer lo que Dios quiere y permite. Todo es para nuestro bien.

 

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 02 DICIEMBRE 2021
Querer lo que Dios quiere y permite. Todo es para nuestro bien.

Mientras estamos en este mundo la lucha ha de ser constante. Por todas partes nos atacan para derribarnos: la tentación del bienestar, la manipulación de las opiniones mediante los medios de comunicación social, las ideologías masificadoras, el consumismo, el progreso técnico, en sí positivo y liberador... Todo esto llega a engendrar inseguridad, a hacer difícil experimentar un centro que unifique nuestra vida.
La respuesta bíblica es categórica. Solo Dios puede construir la ciudad, solo él puede ser el alcázar seguro, la Roca inexpugnable que vence todo lo que puede intentar destruirnos. Hemos de tener una fe viva, que ve y siente a Dios en todas las cosas y acontecimientos, que está plenamente convencida de su presencia, de su acción, de su santa voluntad, de su providencia, de su imperio, de su gobierno en el mundo. Hemos de abandonarnos totalmente en las manos de Dios, en la providencia divina. Hemos de tener un amor intenso, constante, dispuesto a todos los sacrificios, humillaciones, dolores y renunciamientos.
Primera lectura Is 26,1-6
Mostremos siempre nuestra fe en el Señor
Que entre el pueblo justo, el que es fiel.
Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá: «Tenemos una ciudad fuerte, ha puesto para salvarla murallas y baluartes: Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti. Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua: doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo, y la pisan los pies, los pies del humilde, las pisadas de los pobres.»
1 Esta profecía de Isaías anuncia "la comunidad espiritual", la Iglesia, ciudad fuerte. Es un capítulo titulado “Canto de victoria”
2 Dios es la roca verdadera. Imagen de la solidez de la piedra que Jesús repetirá en el evangelio.
3 Podemos ver las características del pueblo justo: observa la lealtad, ánimo firme, mantiene la paz, confía en el Señor.
4 ¿Estamos incluidos en ese pueblo justo?

El Señor es ayuda de los débiles, quienes, fortalecidos con la ayuda de Dios, poseerán la ciudad fuerte de que trata la lectura anterior. Como el Rey vencedor, que leemos en este salmo, demos gracias al Señor por su protección constante, y confesemos que solo en él encontramos la salvación.
Sal 118,1.8-9.19-21.25-27ª
Ser agradecidos es de sabios
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes.
Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina.
¡Cuanta bondad podemos apreciar en Ti, Señor!; todo lo has hecho para nuestro disfrute, y así tenemos que apreciarlo y cuidarlo
Todos debemos alabar al Señor, apreciar su misericordia y todo lo que ha creado para el adecuado disfrute de sus criaturas, en una misericordia que se mantiene día a día por oda la eternidad.
Te damos gracias, Señor, por esa misericordia que siempre nos muestras, porque tu Palabra nos acompaña, nos escuchas y nos iluminas.
Danos las fuerzas para atender a los débiles que tenemos a nuestro alrededor, de manera que ellos también sepan porqué alabarte, para que ellos sepan porqué gozan de tu misericordia.

El Dios-Fortaleza, llega a ser Dios-Roca, fundamento sobre el que nos toca a nosotros construir. La vida contemplativa y la vida activa son necesarias para todos y cada uno. Sin el fundamento –vida interior, alimentada por la Palabra de Dios– no se puede construir, lo mismo que una vida de piedad, sin la práctica efectiva de las virtudes, es estéril. Sin Dios, sin Cristo, nada podemos hacer. Cristo viene a enseñarnos a construir el edificio de nuestra santidad. Escuchémoslo en las celebraciones litúrgicas.
Evangelio Mt 7,21.24-27
El Reino que Jesús proclama es el culmen de la sociedad de bienestar en la que todos tienen un lugar
El que hace la voluntad del Padre entrará en el Reino de los cielos.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»
1 La religiosidad y la fe no van siempre de la mano. No podemos centrarnos y quedar reducidos a la oración. El criterio definitivo de la fe es la caridad, la disponibilidad, el servicio a lo demás.
2 La fe es la categoría fundamental que nos lleva a comprometernos con los demás, con la vida...
3 Y hay mucha gente que necesita de nosotros. Si procedemos así, nuestra casa estará construida sobre roca y resistirá “las embestidas” de la sociedad actual.
4 Dice el Papa Francisco: ¿Es el amor solamente un sentimiento, un estado psicofísico? Claro que si es solamente esto no se pueden construir encima nada que sea sólido. En cambio si el amor es una realidad que crece, y podemos decir como ejemplo, como se construye una casa. Crece y se construye como una casa. Y la casa se construye juntos y no cada uno por su lado. Construir aquí significa favorecer el crecimiento.
Ustedes se están preparando para crecer juntos, para construir esta casa, para vivir juntos para siempre. No la cimienten en la arena de los sentimientos, que van y vienen, sí en cambio en la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer, de la misma manera que se construye una casa, que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Pero todo junto: afecto, ayuda, esperanza, apoyo. (Papa Francisco, 14 de febrero de 2014)

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: La fortaleza de nuestra vida, si deseamos que sea cristiana, debe de estar fundamentada en el servicio a los demás, a los más débiles, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde los puntos de vista cultural y religioso, con dotación de dignidad y significación social. El amor a Dios y al prójimo es siempre la roca base de edificación de una vida cristiana.

¿QUÉ NOS DICE?: ¿Vemos fuerte a nuestra Iglesia? ¿La vemos “demasiado” fuerte en su Jerarquía? ¿Sabemos refugiarnos en el Señor? ¿Construimos con firmeza nuestro habitat? ¿Nuestro hogar?

LA ORACIÓN: Tú que, desconocido por el mundo, has acampado entre nosotros, manifiesta tu rostro a todos los hombres. Y, sabiendo que estás más cerca de nosotros que nosotros mismos, fortalece nuestros corazones con la esperanza de la salvación. Te lo pedimos, Señor

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL, QUERIDA AMAZONIA
52. Los más poderosos no se conforman nunca con las ganancias que obtienen, y los recursos del poder económico se agigantan con el desarrollo científico y tecnológico. Por ello todos deberíamos insistir en la urgencia de «crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia». Si el llamado de Dios necesita de una escucha atenta del clamor de los pobres y de la tierra al mismo tiempo, para nosotros «el grito de la Amazonia al Creador, es semejante al grito del Pueblo de Dios en Egipto (cf. Ex 3,7). Es un grito de esclavitud y abandono, que clama por la libertad».



biblialdia anteriores Biblia de dias anteriores