Salmo 092
Introducción. - Este salmo canta las maravillas realizadas en Cristo. (S. Atanasio). Es un salmo de entusiasmo de aquél cuya vida se ha construido en la fidelidad. Ha visto caer muchas fortunas y glorias. Los santos son quienes dejan su huella imborrable en la historia humana.
Este salmo, proclamado o meditado en la primera hora del día, hora de la resurrección del Señor, nos invita a la contemplación y a la esperanza. Contemplación del Justo resucitado y esperanza de que el mal será definitivamente desterrado del mundo. El justo -Jesucristo resucitado- se ha alzado, Señor, como un cedro del Líbano plantado en tu casa; proclamado por la Iglesia, el Justo seguirá dando fruto en el mundo. Tus enemigos, en cambio, Señor -el mal, la muerte, el pecado-, perecerán; aunque ahora germinen como hierba, serán destruidos para siempre. Por eso, es bueno dar gracias al Señor y proclamar por la mañana su misericordia, pues sus acciones son nuestro júbilo y sus designios nuestra alegría
Dando gracias.
La manera de dar gracias.
2 Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
3proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
4con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.
A los imperativos ordinarios, sustituye aquí la afirmación "Es bueno"; domina el tono de alegría, de entusiasmo. El comprender la revelación de Dios, en sus obras, y el poder cantar a Dios es "lo bueno" y la verdadera alegría. La desgracia es no comprender esta revelación, como le sucede al "necio" que aquí tiene un carácter ético y aun religioso. Forzando un poco el texto, pero no tanto el sentido, diríamos: "el que no lo entiende es necio".
Este salmo del día de reposo comienza con una sencilla y a la vez profunda declaración. Es bueno el alabar a Yahvéh, el Dios de pacto de Israel, y el Hacedor del cielo y la tierra.
· Es bueno porque la alabanza hacia nuestro Creador es apropiada
· Es bueno porque la alabanza a nuestro Redentor de Pacto es adecuada
· Es bueno porque la alabanza a Aquel que nos bendice y libera es correcta
· Es bueno porque la alabanza de Aquel que siempre es del todo bueno, es siempre bueno
· Es bueno porque la alabanza a Dios nos beneficia
· Es bueno porque la alabanza a Dios pone un ejemplo a que los otros hagan lo mismo
· Es bueno porque una simple actitud de gratitud no es suficiente
El dar la alabanza a Dios es más que correcto, también es bueno. Bueno, sin duda, en el sentido de que, en amor, él lo valora, así como él valora su creación; pero también en el sentido en que nos levanta y libera.
El corazón devoto siente que la adoración es buena. No solamente en que es aceptable para Dios y cómodo para el deber más grande del hombre, sino como ser la fuente de deleite para el adorador.
La poesía hebrea a menudo utiliza paralelismos, repitiendo la idea con palabras similares. Esto es posiblemente un ejemplo de esto, con la segunda frase repitiendo la idea esencial de lo primero. Por lo tanto, para el Salmista el cantar salmos al nombre de Dios es mucho como el dar alabanza a Jehová. El cantar es una expresión válida y maravillosa de gratitud hacia Dios.
Es bueno el dar alabanza en la forma de cantos a voces. La naturaleza misma nos enseña a expresar nuestra gratitud a Dios; ¿no cantan las aves, y los riachuelos trinan mientras fluyen?
Proclamar por la mañana tu misericordia: El día y la noche proclamando la misericordia de Dios y su fidelidad es otra manera de dar gracias al Señor. Esta declaración no debe de ser hecha solamente en los buenos días o noches, sino cada noche.
La ‘misericordia’ de Dios es una salvación prometida, y su ‘fidelidad’ en llevarla a cabo, son temas inexcusables para ‘la alabanza por las mañanas y noches.
iv. Y tu fidelidad cada noche: Tenemos más experiencia en el día de lo que tuvimos en la mañana, por lo tanto, tenemos más poder para cantar de la fidelidad de Dios.
ii. Estos primeros versículos del Salmo 92 muestran que el adorar y honrar a Dios tiene muchos aspectos y expresiones diferentes. El sentido es en que debemos de adorar a Dios en cualquier manera disponible y honrosa.
· Pueden ser acciones de gracias, cantos, o declaración
· Puede ser simplemente debido a lo que Él es (Jehová, Altísimo) o por lo que Él ha hecho (expresado en actos de misericordia y fidelidad)
· Puede ser hecho en el día o la noche
· Puede ser hecho con cantos y con música instrumental
¿Alabamos al Señor alguna vez en nuestra oración?
La razón por la cual se da gracias y la obra de Dios hacia su pueblo
5 Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
6 ¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
7 El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
El énfasis está en la obra personal de Dios. Esto es lo que Él mismo ha hecho. En ocasiones los siervos de Dios se quejan de Sus obras y caminos. El camino del Salmista es mucho mejor, el ser alegrado a través de las obras de Dios.
El enfoque está completamente hacia Dios, y no hacia uno mismo. El gozo no se halla en lo que hacemos por Dios, sino en lo que Dios ha hecho con sus propias manos.
Al haber sacado la idea de las obras de Dios en las líneas anteriores, el salmista luego declara cuan grandes fueron esas obras. Son muy numerosas, estupendas, y espléndidas: y tus pensamientos, designios y consejos, de los cuales, por los cuales, y en referencia a ellos, éstos han sido formados; son tan profundos tan inalcanzables que no pueden sondearse por la comprensión del hombre.
Entre las obras de Dios el Salmista habló de la gran inteligencia de Dios. El conocimiento de Dios no solamente es amplio, tocando absolutamente todo, también es muy profundo, conociendo todo de todo.
El hombre necio y el insensato no entiende esto acerca de Dios. Ellos no saben que Él es infinitamente más inteligente y grande de lo que ellos son. Es muy difícil para algunas personas el aceptar que Dios conoce más de lo que ellos saben, y puede ser aún más difícil el tratar de vivir como si esto fuera cierto.
El hombre necio no entiende la grandeza de Dios ni tampoco entiende el juicio venidero. La palabra “necio” es expresado como un comportamiento similar al de los animales. Ya que un animal no muestra una percepción o habilidad para analizar, así el necio no tiene sentido común (Is 1, 2).
¿ES alegre nuestro ser cristiano?
8Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
9Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
10 Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
Es un privilegio que seamos admitidos a alabar al Señor, y esperemos ser aceptados en la mañana y en la noche; no sólo en los días de reposo, sino cada día; no sólo en público, sino en privado y en nuestras familias. Demos gracias cada mañana por las misericordias de la noche, y cada noche por las misericordias del día; entrando y saliendo bendigamos a Dios.
Como nos alegra por medio de las obras de su providencia para nosotros, y de su gracia en nosotros, y estas por medio de la gran obra de la redención, tenemos que cobrar ánimo en eso. Como hay muchos que no conocen los designios de la providencia ni les preocupa conocerlos, los que por gracia lo hacen tienen mayor razón para estar agradecidos. Y si visión a la distancia del gran Libertador así animó a los creyentes de antaño, ¡cuánto debemos nosotros abundar en amor y alabanza!
El salmista vio en muchas ocasiones que los impíos parecían prosperar. Éstos crecían rápidamente, como la hierba, y de esta manera florecen. Pero él también sabía que su prosperidad era únicamente el preludio de su destrucción.
El favor de Dios hacia el hombre no es conocido por la prosperidad externa; ni su desaprobación debe ser conocida por las circunstancias adversas en las cuales cualquier persona pueda ser hallada.
¿Confiamos en el Señor?
11 pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
12 Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El poder y ferocidad de este animal era proverbial.
El ser ungido con aceite freso traía refrigerio y honor. También está la idea de la bendición y poder y habilitación en que Dios es derramado sobre el ungido.
Cada mañana inclinen sus cabezas, oh sacerdotes del Altísimo, pues la unción fresca para el nuevo ministerio les espera. La gracia y fuerza anterior no será suficiente; los textos antiguos deben de rejuvenecerse y recordarse; los votos viejos debes de volver a conjurarse; la llenura del Espíritu Santo debe estar vívido, y debe de estar definido, como al principio.
A veces, cuando nos encontramos con creyentes que están llenos de gracia, llenos de paciencia, llenos de ánimo, llenos de celo, llenos de amor, decimos, ‘Nunca podré llegar adonde ellos están.’ Sí, podemos, pues seremos ungidos con aceite fresco, y si obtenemos gracia nueva no hay lugar de eminencia que no podamos alcanzar.
El aceite fresco, en tal contexto, habla elocuentemente de una recompensa de unción, o consagración, para servir a Dios. Puede estar la idea adicional de preparar una ‘vida de sacrificio,’
El Salmista tenía la bendición adicional de mirar su triunfo sobre sus enemigos. La victoria está asegurada para el pueblo de Dios (Rm 8, 37), pero en ocasiones solamente puede entenderse por medio de la fe, y no puede ser vista con el ojo natural.
Tiene, además, la intención de expresar una seguridad de fe, una humilde confianza en la promesa de Dios, que nuestros esfuerzos deberán, a la larga, ser coronados con victoria sobre cualquier cosa que se resista y se oponga a sí mismo, y que vendrá el día cuando todos veremos a los enemigos de nuestra salvación muertos a nuestros pies.
¿Sabemos perdonar?
13 El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
14plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
15 en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
“Él es mi Roca, en Él no existe la maldad”.
Los impíos tienen su temporada de florecimiento, pero el justo florecerá como la palmera que siempre es verde. El impío debiera de entender que este mundo provee lo mejor que ellos experimentarán, y el justo debiera de saber que este mundo provee lo peor que ellos experimentarán.
Cuando vemos a una noble palmera estando erguida, mandando toda su fuerza hacia arriba en una audaz columna, y creciendo en medio de lo seco y escaso del desierto, tenemos una ilustración fina del hombre piadoso, el cual, en su piedad apunta solamente a la gloria de Dios; e independiente de las circunstancias externas, es hecho por la gracia divina para vivir y prosperar en donde todas las demás cosas perecen.
Los cedros del Líbano eran conocidos por su tamaño, durabilidad, belleza, y utilidad. Las bendiciones que vendrán sobre los justos traen las mismas cosas. “El cedro nos da la idea de majestad, estabilidad, durabilidad, e incorruptibilidad.”
No es lo verde de la perpetua juventud, sino la frescura de la edad sin ser estéril, como aquella de Moisés, cuyos ojos no se oscurecieron, ni su fuerza natural fue abatida; cuya sabiduría está madura y su memoria invaluablemente rica. Como se indica en 2 Co 4, 16, es posible que exteriormente se esté desvaneciendo, pero es renovada internamente día a día.
Feliz el hombre cuya bondad es siempre progresiva, y cuyas virtudes incrementan con los años; el cual no se pierde en la multiplicación de los cuidados o placeres del mundo, los consagrados fervores de su primer amor, sino que va quemando y brillando más y más, hasta el final de sus días.
Este es el por qué el pueblo de Dios vive de una manera bendecida la cual da honor y atención a Dios. No es para obtener la atención hacia ellos mismos como personas maravillosas, sino para anunciar que Jehová... es recto.
¿Somos y nos mostramos felices en el Señor?