19/09/2024 Compartir “mesa y mantel” es señal de armonía y paz

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 19 SEPTIEMBRE 2024
Compartir “mesa y mantel” es señal de armonía y paz

Pablo quiere recordarnos el acontecimiento único que hace feliz a la humanidad; un hombre ha resucitado y nos resucitará a nosotros. Este es el corazón del mensaje cristiano
No se trata de un cuento o una novela, sino de un hecho. La resurrección de Jesús es un hecho del que son testigos los apóstoles
Primera lectura 1 Co 15,1-11
Merece la pena meditar estas verdades fundamentales para el cristiano
Esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.
Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado nuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los Apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los Apóstoles, y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.
1 El capítulo 15 de la primera carta de Pablo a los Corintios es todo un tratado sobre la resurrección y merecería la pena leerlo seguido y entero, aunque las previsiones litúrgicas de los próximos días “no están por la labor”.
2 Jesús nos enseñó con su Palabra y su testimonio el camino hacia la felicidad, hacia la salvación, y sus profundas diferencias con la autoridad eclesiástica lo llevaron a la muerte en la cruz.
3 Dios, el Padre, lo resucitó por su Espíritu y eso es lo que el cristiano cree, y es básico en su esperanza. “¿No creemos que Jesús murió y resucitó?” (1 Ts 4, 14).
4 Fe y esperanza que forman el seguimiento de Jesús que nos lleva al amor, como leíamos en la primera lectura de ayer. Nuestra experiencia de fe puede hacernos ver a Jesús en nuestra vida cotidiana, y ello nos alentará en nuestra misión apostólica.
5 Y Pablo quiere hacernos ver que es imposible que se crea y se confiese la resurrección de Jesús y no creer en la propia.
6 Porque, por encima de todos los elitismos y fanatismos, ambiciones y querellas éste es el acontecimiento único que hace feliz a la humanidad: un hombre ha resucitado y nos resucitará a nosotros. Éste es el corazón del mensaje cristiano.

Este salmo se cantaba al entrar las procesiones al templo de Jerusalén. El pueblo y su jefe alternan con el coro de los levitas.
¿Qué canta Israel? Su acción de gracias a Dios que lo salva de la muerte y lo resucita, a Dios que elige a los pobres y a los despreciados de este mundo, para construir con ellos su reino.
Este salmo ya proclamaba, a su manera, la resurrección de Cristo
Sal 118,1-2.16ab-17.28
La alabanza a un Padre lleno de misericordia debe de estar presente en nuestro caminar por la vida
Dad gracias al Señor porque es bueno.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir,
viviré para contar las hazañas del Señor.
Tú eres mi Dios,
te doy gracias, Dios mío,
yo te ensalzo.
Y yo te doy gracias, Señor, por esa vida eterna para la que me has creado, con la salvación iniciada en esta tierra humana por esa misericordia tuya que implica una paciencia y un amor eternos.
Dame fuerzas e iniciativa para proclamar a voz en grito esas hazañas tuyas, base y testimonio de las que el cristiano debe de llevar a cabo proclamando y testimoniando tu Palabra.
“Tu eres mi Dios, te doy gracias” ¡Qué maravilla! ¿nos damos cuenta?

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, en el nº 58, habla así de María pie de la cruz: «También la Santísima Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por designio divino, se mantuvo de pie, sufrió profundamente con su Hijo unigénito y se asoció con corazón maternal a su sacrificio, consintiendo con amor en la inmolación de la víctima que ella misma había engendrado.» Consentir en la inmolación de la víctima que ella había engendrado fue como inmolarse a sí misma.
Esta presencia de María al pie de la Cruz es la culminación de la «Hora» anunciada por Jesús en las “Bodas de Chaná”.
Ahora es cuando se hace realidad y se despliega, el sentido de la venida de Jesús al mundo: cuando se consuma la Hora fijada por el Padre. Se va a consumar la nueva y definitiva Alianza.
Ésta es la Hora de la máxima revelación del amor del Dios a los hombres, la expresión culminante del amor de Cristo a los suyos, la plena entrega de amor de Jesús al Padre y, el momento de la derrota del poder del príncipe de este mundo.
Y, en este momento cumbre está María. Su presencia no es casual, ni solamente un testimonio de su sentimiento maternal, sino que posee una profunda significación teológica. Está allí como la mujer, aquella de cuyo linaje saldría el Salvador del mundo. Por eso, Jesús agonizante, la llama con el nombre de “Mujer”.
María está junto a la cruz, herida profundamente en su corazón de madre, pero erguida y fuerte en su entrega. Es la primera y más perfecta seguidora del Señor porque, con más intensidad que nadie, toma sobre sí la cruz y la lleva con amor.
Que Nuestra Señora de los Dolores nos ayude a vivir, como Ella: con amor, fe y fortaleza “de pié, junto a la Cruz de su Hijo”.
Evangelio Jn 19, 25-27
María nos enseña a orar
María, la Madre de todos
Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa
Jesús, muriendo, nos hace entrega de su madre como un precioso bien, que debemos apreciar, sabiendo, haciéndonos conscientes, de que en momentos de dolor, María y el Señor están a nuestro lado.
Es una gracia muy especial que debemos meditar y tener presente a lo largo de nuestra vida.

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Debemos de tratar que nuestra oración se abra a la expresión de confianza, de alabanza, adoración, acción de gracias..., más que ir hacia una mera petición de gracia especial. El Señor es nuestro escudo y su Madre está siempre a su lado y, por lo tanto, a nuestro lado.

¿QUÉ NOS DICE?: ¿Podríamos encaminar nuestra oración hacia la generosidad más universal, la acción de gracias y la expresión de confianza en el Señor? ¿Reconocemos al Señor como el liberador de nuestro egoísmo, de nuestro orgullo? ¿Damos gracias al Señor por nuestra Madre celestial, una Madre siempre atenta a nuestra vida, dándole alegría en la obediencia al Señor?

LA ORACIÓN: María, Madre al pie de la cruz, quédate junto a nosotros en nuestras cruces cotidianas para que, como Tú, sepamos estar en pie para aceptar y ofrecer nuestro dolor.
María, Madre junto a la cruz, abre nuestro corazón para que sepamos acogerte en todo momento el don que Jesús nos ha hecho al morir.
María, Madre que protege a todos sus hijos, sé nuestra guía en la vida cotidiana.
(Oración de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo)

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA LAUDATE DEUM DEL SANTO PADRE
FRANCISCO A TODAS LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD
SOBRE LA CRISIS CLIMÁTICA
63. Por otra parte, «el conjunto del universo, con sus múltiples relaciones, muestra mejor la inagotable riqueza de Dios». Por consiguiente, para ser sabios, «necesitamos captar la variedad de las cosas en sus múltiples relaciones». En este camino de sabiduría, no es irrelevante para nosotros que desaparezcan tantas especies, que la crisis climática ponga en riesgo la vida de tantos seres.



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