Salmo 074

¡Qué cosa tan misteriosa para nuestra fe es el silencio de Dios frente a nuestras locuras!
Introducción. - La sobre escritura de este salmo afirma que es un Masquil de Asaf.
Un Masquil es un poema didáctico. Como introducción debemos señalar que a causa de la maldad de Judá Dios entregó al pueblo y a sus líderes en manos de los Babilonios, quienes bajo el mando de Nabucodonosor asolaron la ciudad de Jerusalén juntamente con su templo en el año 586 antes de Cristo.
Fue a raíz de este acontecimiento luctuoso que el salmista escribió el salmo 74.

Clamor por socorro: Llamada de auxilio y petición de ayuda
1 ¿Por qué, oh Dios, esos continuos rechazos,
y esa ira contra el rebaño de tu redil?
2 Acuérdate de tu comunidad,
adquirida desde antiguo
que rescataste para que fuera tu tribu y heredad
con el monte Sión donde tú moras.
3 Dirige tus pasos a esas ruinas sin remedio;
saqueó todo el enemigo en el santuario.
La Biblia nos habla de las consecuencias del pecado amigo. Todo pecado tiene sus consecuencias. A veces esas consecuencias son en extremo dolorosa, como fue el caso de Judá siendo entregada en manos de los Babilonios.
Lo que primero encontramos es el triste lamento por la disciplina.
Bueno, Dios tenía razón para disciplinar a su pueblo. Dios estableció las reglas del juego. Cuando el pueblo se desvió, Dios advirtió, pero en lugar de arrepentirse, el pueblo se endureció en su pecado. Dios no tuvo otra alternativa sino cumplir con su palabra.
El salmista reconoce ese hecho y en su triste lamento expresa su pesar por sentirse desechado por Dios para siempre y porque la ira de Jehová era como un fuego que arrasaba los prados donde pacían las ovejas de Dios.
Con tristeza clama a Dios pidiendo que se acuerde de la congregación, porque Dios la adquirió desde tiempos antiguos para hacerla una herencia especial juntamente con el templo de Jerusalén donde habitaba la gloria de Dios.
¿Formamos una comunidad viva, que atiende por igual a todos sus componentes?

El santuario destruido: Descripción de la calamidad
4 Lanzaron alaridos en tu tienda,
a la entrada pusieron la bandera extranjera.
5 Lo derribaron todo con el hacha
como leñadores en el bosque;
6 el enmaderado y sus esculturas
los demolieron a machete y azuela.
7 Prendieron fuego a tu santuario
y profanaron la morada de tu Nombre.
8 Dijeron: «¡Acabemos con ellos de una vez!»
y en el país incendiaron todos los santuarios.
El enemigo ha hecho mucho mal en el templo. La maldad también ha afectado las congregaciones. Allí colocaron sus símbolos en lugar de los símbolos que usualmente había en las asambleas. Los enemigos eran tan efectivos en causar daño que el salmista los compara con un leñador que hacha en mano causa estrago en un tupido bosque. El enemigo con hachas y martillos han destruido las obras talladas del templo. No contentos con eso, han prendido fuego al santuario. Han penetrado al mismo lugar santísimo del templo y han arrojado a tierra todo lo que allí encontraron. Su pensamiento era acabar con todo, destruir todo. Así exterminaron a las sinagogas que había en la tierra.
A todo esto, Dios parecía ignorar lo que estaba pasando. No había señales provenientes de Dios. Todos los profetas se habían dispersado o habían sido asesinados. De esta manera el pueblo no tenía forma como saber hasta cuando iba a durar la disciplina de Dios. Esto fue la consecuencia del pecado del pueblo de Dios.
El pecado es así de artero amigo. Se presenta como algo atractivo, algo apetecible, pero atrás tiene un filo aguijón que causa un daño terrible. No ceda jamás amigo a la insinuación del pecado. Todo pecado tiene su deleite, si no fuera así nadie pecaría. Pero este deleite es muy pasajero y después del deleite viene una vida de dolorosas consecuencias. Cuidado con el pecado amigo.
Cuando los ejércitos enemigos derrotaron a Israel, saquearon y quemaron Jerusalén tratando de borrar toda huella de Dios. Esta ha sido a menudo la respuesta de la gente que odia a Dios. En la actualidad muchos tratan de borrar todas las huellas de Dios de las tradiciones de la sociedad y de los temas enseñados en las escuelas. Haga lo que esté a su alcance para ayudar a mantener una influencia cristiana, pero no se desaliente cuando aparezcan otros que progresen a pasos agigantados en eliminar las huellas de Dios, ya que no pueden eliminar su presencia entre los creyentes.
¿Permitimos que expresiones, rumores, noticias o acciones que nos llegan atenten contra nuestra fe en el Padre?

Los enemigos blasfeman
9 Ya no vemos signos de ti, ya no hay profetas,
y nadie entre nosotros que nos diga hasta cuándo.
10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, blasfemará el opresor
y seguirá el enemigo ultrajando tu nombre?
11 ¿Por qué retiras tu mano?
¿O la tienes tomada de la cintura?
Desde nuestra perspectiva, Dios parece que a veces es muy lento para intervenir a nuestro favor. Pero lo que puede parecernos lento es el tiempo adecuado desde la perspectiva de Dios. Es muy fácil impacientarse porque Dios no actúa, sin embargo nunca dejemos de esperar en El. Cuando Dios permanece en silencio mientras usted atraviesa profundas angustias, siga el método de este salmo. Analice los grandes hechos de Dios en toda la historia bíblica y recuerde lo que El ha hecho en su vida. Esto le recordará que Dios no solo trabaja en la historia, sino en su vida también.
¿Dudamos de la ayuda del Señor? ¿O es que no recurrimos a Él?

Maravillas que hizo Dios antes: Confesión de confianza
12 ¿No eres acaso desde siempre mi Dios, mi rey,
tú, el autor de las liberaciones del país?
13 Tú con tu poder, dividiste el mar
y aplastaste las cabezas de monstruos marinos.
14 Rompiste las cabezas de Leviatán
y lo diste por comida a las tortugas de mar.
15 Tú hiciste brotar fuentes y torrentes,
tú secaste ríos inagotables.
16 Tuyo es el día y tuya es la noche,
tú ajustas la luz y el sol.
17 Pusiste todos los límites de la tierra,
y formaste el invierno y el verano.
Dios es mi rey. El Salmo es del pueblo, pero cada uno en la comunidad debe declarar y confesar su fe. Aquí, a pesar de la situación desesperante, se declara una confianza profunda en Dios. El Dios que hizo grandes cosas con nosotros (en el éxodo) todavía hace milagros en la historia. A la luz de los hechos del éxodo, estos enemigos parecen pequeños. Nótese el profundo efecto que tiene la teología de la elección y la fidelidad de Dios.
En los versículos 13 y 14 se mencionan figuras tomadas de la mitología cananea. Es claro que el salmista está hablando de los grandes hechos del éxodo (dividiste el mar). Pero lo expresa usando las figuras del monstruo acuático con siete cabezas y el Leviatán (un dragón) de la tradición mitológica de los cananeos. Esto no significa que el salmista escriba mitología; más bien usa figuras literarias de una mitología conocida en el ambiente de la misma manera que nosotros en una prédica usaríamos figuras de Cervantes. La frase: lo diste por comida a los moradores del desierto tiene su aplicación a los egipcios muertos en el mar Rojo que después fueron devorados por animales del desierto.
En los versículos 16 y 17 el salmista vuelve al lenguaje de la creación y providencia de Dios. Dios es Señor de todo, si fija los límites de la tierra también puede fijar los límites del sufrimiento de su pueblo.
Leviatán: Símbolo que representa a los monarcas opresores de Egipto. Las bestias a menudo representaban a las naciones. Hay algunos que traducen la palabra moradores por bestias, de acuerdo con Ezequiel 32, 4.
La repetición del pronombre personal tú destaca que Dios, y no otro, es el único capaz de realizar estos prodigios. «Monstruos en las aguas» nos recuerda las palabras de Dios a Egipto. «Leviatán» se refiere a la serpiente de las siete cabezas de los cananeos, llamada Lotán. En sus leyendas, Baal vencía a estas criaturas. Este salmo alaba a Dios por hacer en la realidad lo que los dioses cananeos solo podían hacer en leyendas.
¿Tenemos nuestra confianza puesta en el Señor?

Clamor por la liberación: Apelación al honor de Dios o al pacto
18 No lo olvides: el enemigo insultó al Señor,
un pueblo de locos ultrajó tu nombre.
19 No entregues a las fieras el alma que te da gracias,
no olvides para siempre la vida de tus pobres.
20 Mira cómo han guardado tu alianza,
en las cuevas del país, lugares de resistencia.
21 Que el oprimido no vuelva avergonzado,
que el pobre y el pequeño puedan alabar tu nombre.
22 Levántate, oh Dios, y defiende tu causa,
recuerda las continuas ofensas del impío.
23 No olvides el alboroto de tus adversarios
y el clamor siempre creciente de tus agresores.
El salmista vuelve a las peticiones de socorro, pero ahora no menciona las preguntas ¿cuándo? y ¿por qué? Empieza con la honra de Dios, como la oración de Jesús (el Padrenuestro). El Salmo nos da un ejemplo de cómo orar en situaciones de angustia. Podemos pedir que Dios honre su nombre y podemos clamar por misericordia.
En el versículo 20 el salmista apela al pacto entre Dios y su pueblo. También sugiere que podemos dialogar con Dios, podemos ser francos en nuestras peticiones. Dios prometió cuidar a su pueblo. Además, en el versículo 21, el salmista apela a la debilidad del pueblo; Dios ayuda a los débiles.
Levántate, oh Dios. El pueblo pide que Dios actúe. De nuevo apela a la honra de Dios porque los enemigos se burlan de él. Clama a Dios porque tiene la confianza en que el Dios que creó todo y llevó a cabo la liberación en el éxodo puede también obrar una gran liberación en esta situación.
¿Somos conscientes de la fidelidad del Señor? ¿Fiamos en su Palabra?