21/01/2023En el que sigue a Jesús la igualdad, la solidaridad y la fraternidad universal significan romper con el modelo de familia tradicional, para ampliarlo

 

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 21 ENERO 2023
En el que sigue a Jesús la igualdad, la solidaridad y la fraternidad universal significan romper con el modelo de familia tradicional, para ampliarlo

Los capítulos que vamos viendo de esta carta ponen ante nuestros ojos lo que ha sido el único sacerdote, tan lejos de las liturgias de la tierra. Por lo mismo, nos ayudan a reconocer el sacerdocio de Cristo en todos los bautizados que “no celebran la misa”, en la medida en que se comprometen con la vida de la Iglesia, ya sea en el apostolado, la predicación o el servicio al prójimo
Primera lectura Hb 9,2-3.11-14
Cada vez que la Escritura trata de la sangre podríamos reemplazar ese término por el de «vida ofrecida»
Usando su propia sangre ha entrado en el santuario una vez para siempre.
Hermanos: De hecho, se construyó un tabernáculo, el primero, donde estaban el candelabro, la mesa y los panes presentados -éste se llama «el santo»-, y detrás de la segunda cortina el tabernáculo llamado «el santísimo». Pero Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
1 En días anteriores esta carta ha tratado de establecer que Jesús y su nueva alianza, reemplaza a los sacerdotes judíos y la antigua alianza. De esta última, grabada en piedra, se ha pasado a la establecida por Jesús su vida, crucifixión y resurrección, grabada en nuestros corazones
2 Entramos en la comparación entre el culto que ejercían aquellos sacerdotes, y el que celebra Jesús.
3 Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
4 Es, sin embargo, una comparación que debemos acoger con las debidas reservas, ya que en modo alguno podemos pensar que la pasión de Jesús fue un sacrificio como aquellos para aplacar el enojo de Dios.
5 Por eso hay que prestar atención especial al último párrafo de la lectura de hoy, que expresa claramente que Jesús entra en el santuario, dando ejemplo de vida y volviendo a compartir la gloria del Padre, al mismo tiempo que consigue para nosotros la liberación eterna.
6 Una liberación que debemos llevar con dignidad, con la presencia de Jesús mismo en nuestras vidas, y con la clara intención de llevarla a los que nos rodean, especialmente a los más necesitados.

El tema de este himno es la realeza universal del Señor puesta de manifiesto victoriosamente cuando él entregó en herencia a su Pueblo la Tierra prometida. En la vibrante aclamación del v. 6, se percibe el eco de una liturgia de entronización del Arca de la Alianza en el Santuario de Sión.
Cuando se fue perdiendo el recuerdo de esta fiesta, el Salmo se aplicó al triunfo final de Dios y a la implantación definitiva de su Reino.
En el Salterio, hay otros poemas litúrgicos que tienen una afinidad temática con este Salmo, y por eso son llamados “Himnos a la realeza del Señor” (Sal. 93; 96 - 99).
Salmo 47,2-3.6-7.8-9
Dios asciende porque es vida creciente, porque irradia fuerza creativa, porque es amor victorioso, porque es el Dios-Futuro que todo lo llena de esperanza. (Cáritas 1992)
Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas.
Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
Dios asciende entre aclamaciones,
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
El salmo corrobora lo visto en la primera lectura.
Hemos de rezar este salmo teniendo muy presente el modo en que Jesús ejerció la realeza y el poder, esto es, entregando su vida.
Podemos rezar este salmo cuando queremos que todos conozcan el proyecto de Dios. Cuando soñamos con la libertad de los pueblos. Cuando queremos que nuestras celebraciones sean más vivas. Cuando necesitamos sentir la presencia de Dios en nuestro caminar.
Debemos ser de aquellos que invitan a los demás a esta fiesta divina. El apostolado no es una invitación regañona y suficiente dirigida a los demás para que se conviertan, sino una invitación alegre a participar en la alegría de los hijos del rey, de ese rey Hijo de Dios que nos enseñó el verdadero camino de verdad y vida

Más que las curaciones, fueron las expulsiones de demonios las que inquietaron a los fariseos y a los maestros de la Ley. Y las autoridades viajaron desde Jerusalén para ver más cerca quién era Jesús.
Evangelio Mc 3,20-21
Ayúdanos, Señor, a saber encontrar tiempo para hacer lo esencial... para la oración, por ejemplo.
Su familia decía que no estaba en sus cabales.
En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos y se juntó de nuevo tanta gente que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
1 Como siempre, el Evangelio protagoniza la liturgia y remata su enseñanza.
2 A veces hay que atarse la manta a la cabeza y proclamar el reinado de nuestro Dios, siendo posible que algunos nos tachen de locos.
3 Tachar, es decir, separarnos de su círculo de amigos, dejándonos por poco sensatos por pensar “cosas imposibles”.
4 Seguramente los parientes de Jesús temían que sus actividades les causaran problemas a ellos, y esa era la razón para “querer quitarlo de la circulación”. Se ve que Jesús estaba completamente dedicado a su misión. La gente “no los dejaba ni comer”.
5 En los versículos que siguen a la lectura de hoy veremos más enemigos de Jesús y cómo Jesús pone en su sitio las cosas.

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE? : Jesús hace real, válido y eterno el templo y el rito judío; por eso nosotros sabemos que tenemos siempre a Jesús en nuestro corazón, alegría que compartimos en la comunidad y difundimos lo más universalmente de que somos capaces. Es fiesta divina a la que tenemos que invitar a otros, no por un maligno temor a un castigo, sino para compartir el amor alegre, justo y pacífico del que nosotros gozamos al lado del Señor; y eso, aunque a veces nos digan que “inventamos”, que no somos “racionales”.

¿QUÉ NOS DICE? : ¿Tenemos el templo como único lugar de unión con el Señor? ¿somos conscientes de albergar su Espíritu en nuestro corazón y en nuestra mente? ¿Alabamos al Señor y mostramos públicamente nuestra alegría de tenerlo a nuestro lado “en permanencia”?

LA ORACIÓN: Dios hace ascender a sus hijos:
que salgan de la animalidad hasta el espíritu;
que crezcan en sabiduría y gracia, que progresen;
que sean más altos, más hermosos y más vivos;
que sean más libres y solidarios;
que se levanten de sus postraciones;
que salgan de sus esclavitudes;
que sean creadores y liberadores;
que sean cada vez más hombres:
que sean cada vez más dioses,
siguiendo las huellas ascendentes de su Hijo. (CARITAS, 1992)
GRACIAS, SEÑOR

ENCÍCLICA REDEMPTORIS MISSIO DEL PAPA SAN JUAN PABLO II
A la luz de la economía de la salvación, la Iglesia no ve un contraste entre el anuncio de Cristo y el diálogo interreligioso; sí siente la necesidad de compaginarlos en el ámbito de su misión ad gentes. En efecto, conviene que estos dos elementos mantengan su vinculación íntima y, al mismo tiempo, su distinción, por lo cual no deben ser confundidos, ni instrumentalizados, ni tampoco considerados equivalentes, como si fueran intercambiables.



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