El profeta Amós
AMÓS, EL PROFETA REIVINDICADOR DE JUSTICIA
El hombre profeta
Dice H.W. Wolf que “quien quiera conocer a un profeta, debe leer a Amós”.
Amós era un campesino de Tecoá, pequeña población situada a unos veinte kilómetros al sur de Jerusalén (1, 1; 7, 14). Pero la dura vida del campo no le impidió adquirir una cultura poco común en su tiempo. Él conoce los hechos más relevantes de la historia de su pueblo y está perfectamente al tanto de todo lo que ocurre en el reino de Israel. Posee una vasta información sobre los acontecimientos de su época y presiente el avance de Asiria hacia el oeste
Hombre de campo, dejó tierras y profesión para proclamar un mensaje perturbador, audaz y provocativo, como buen profeta de su tiempo, siempre abogados de una religión interior y ética, frente a la religión ritualista, impulsores de una religión profética frente a la religión popular.
Su escritura es directa y significativa, convincente y estremecedora en su profundidad.
Nacido en el Reino del Sur, Dios lo saca de “detrás de su rebaño” y lo envía al Reino del Norte, Israel; de vaquero y agricultor, el Señor lo convierte en su testigo y reivindicador de justicia para los oprimidos.