14/10/2024 ¿Sabemos ver las señales del Señor en nuestra vida?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 14 OCTUBRE 2024
¿Sabemos ver las señales del Señor en nuestra vida?
Primera lectura Ga 4,22-24.26-27.31-5,1
Debemos creer y sabernos manejar en esa libertad que es la mejor herencia de Jesús
No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
Hermanos: En la Escritura se cuenta que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre; el hijo de la esclava nació de modo natural, y el de la libre por una promesa de Dios. Esto tiene un significado: Las dos mujeres representan dos alianzas. Agar, la que engendra hijos para la esclavitud, significa la alianza del Sinaí La Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre, como dice la Escritura: «Alégrate, estéril, que no das a luz, rompe a gritar, tú que no conocías los dolores, porque la abandonada tiene más hijos que la que vive con el marido». Resumiendo, hermanos, no somos hijos de esclava, sino de la mujer libre. Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.
1 Empleando como recurso una representación simbólica de la historia de Abraham, Pablo deja claro que para él la Ley es una esclavitud en la medida en que buscaba en ella justificarse uno mismo.
2 Podemos hoy ver esta situación en los cristianos en los que domina el ansia de cumplir obligaciones y preceptos, con un temor a Dios, que más que respeto y amor al Padre, es miedo al incumplimiento de la norma.
3 “Se complace el Señor en los que le temen, en los que esperan en su amor”, dice el Salmo 147, relacionando, como en otras partes de la Escritura se hace, el temor con el amor, no con el miedo.
4 Dentro de la comunidad de los Gálatas hay partidarios de volver a la Antigua Alianza; a ellos Pablo les recuerda que en la misma Escritura está el anuncio de la Nueva Alianza, la traída por Cristo, con su carga de libertad y una relación con el Padre, inmediata de amor que incluye al prójimo.

Salmo 113,1-2.3-4.5a.6-7
La alabanza es la respuesta propia del hombre frente a los hechos de Dios (Diccionario práctico de la Biblia)
Bendita sea el nombre del Señor por siempre.
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
De la salida del sol hasta el ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre el cielo.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se abaja para mirar, al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre.
Gracias, Señor por ese amor que nos muestras y que nosotros debemos de llevar a todos los que nos rodean, especialmente a los más pobres y humildes, proclamando ese Reino de Dios que tu Hijo nos ha mostrado, en esa Nueva Alianza que nuestra ambición le hizo pagar con su sangre.
Pero por tu Espíritu, Señor, lo resucitaste y con Él a todos nosotros. Danos fuerzas y generosidad, Señor, para llevar esa Alianza por todo nuestro mundo.

Evangelio Lc 11,29-32
Los signos o milagros de Jesús suponen una actitud de fe porque es sólo desde ella como el creyente puede descubrir y entender una acción divina
A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y él se puso a decirles: Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esa generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
1 Y realmente seguimos teniendo presente entre nosotros a ese Jesús, muy superior al Jonás que había sido capaz de inducir a la conversión a los ninivitas.
2 ¿Lo vemos entre nosotros? ¿Lo sentimos? ¿Creemos que está a nuestro lado? ¿Le seguimos? La única señal será la resurrección de Jesús. Esta es la señal que, en el futuro se dará a los escribas y a los fariseos.
3 Jesús, condenado por ellos a una muerte de cruz, será resucitado por Dios y seguirá resucitando de muchas maneras en aquellos que creen en él.
4 La señal que convierte no son los milagros, sino ¡el testimonio de vida! Y así pasa con nosotros: nuestra señal de cristianos tiene que ser nuestro testimonio de una vida entregada al amor a los demás.

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Cristo es portador de la Nueva Alianza, del Reino de Dios entre nosotros, de la nueva ley del amor, que supera a las normas, que genera alegría y espontaneidad. La bendición del nombre del Señor debe de acompañar nuestro paso por este mundo terreno. La llamada de Dios en los acontecimientos diarios es de entidad; es este un mundo que abunda en injusticias, en violencia, en consumismo. ¿Cómo los ninivitas? La crítica de Jesús puede ser semejante a la que hace en el Evangelio

¿QUÉ NOS DICE?: Rebusco en mi conciencia ¿Prefiero seguir estrictamente la norma y quedarme en ella, o mi conciencia me lleva al amor como máxima aspiración de mi corazón y mi mente? ¿Alabo al Señor en alguna ocasión? ¿Me siento llamado, atraído y convertido por Jesús y lo convierto en mi seña de identidad?

LA ORACIÓN: Te doy gracias, Señor, por la libertad, alegría y felicidad que la Nueva Alianza implantada en la muerte y resurrección de tu Hijo nos ha traído. Te alabo y te bendigo por esa gran muestra de amor, y te ruego que sepa mantenerme en ese tu Reino, y que sepa proclamarlo a mi alrededor, en ejercicio, no de una religión cargada de normas, obligaciones y temor, sino de un sentimiento de vida lleno de amor, de un amor que alcance y abarque a todos, pero especialmente a los más humildes y oprimidos. Te lo pedimos, Señor

ENCÍCLICA PACEM IN TERRIS DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse
en la verdad, la justicia, el amor y la libertad
Derecho a la buena fama, a la verdad y a la cultura
12. El hombre exige, además, por derecho natural el debido respeto a su persona, la buena reputación social, la posibilidad de buscar la verdad libremente y, dentro de los límites del orden moral y del bien común, manifestar y difundir sus opiniones y ejercer una profesión cualquiera, y, finalmente, disponer de una información objetiva de los sucesos públicos.



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