17/10/2024 Todo cristiano está llamado a vivir desde ya la llamada a una vida santa y responsable.

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 17 OCTUBRE 2024
En los próximos días laborables la liturgia pone a nuestra consideración la carta de Pablo a la comunidad de Éfeso, que es una de las llamadas cartas de la Cautividad, porque Pablo la escribió estando encarcelado, esta vez en Cesarea hacia el año 58. En ese tiempo esa provincia romana de Asia (la de Éfeso) se desarrollaba entre un hormigueo de religiones nuevas que pretendían abrir a todos un camino de salvación; era por tanto necesario dar a los cristianos una visión más amplia de la esperanza de la que eran portadores. ¿Hacia dónde iba la humanidad? ¿Es Cristo el único salvador?
Son las mismas preguntas que se presentan de manera cada vez más insistente, a medida que se ve en estos últimos años la globalización de los más diversos pueblos. Los que desean dominar sólo pueden hacerlo presentándose como portavoces del conjunto. ¿Hay algún camino o esperanza para el hombre?
Pablo retoma y desarrolla el plan de Dios que, desde tiempo atrás, había comprendido en una revelación. Cristo, el Primogénito de Dios, está en el centro, y el mundo fue creado para que en él emerja el Hombre Nuevo, una sola familia en Cristo. Todo cristiano está llamado a vivir desde ya esa llamada a una vida santa y responsable.
En la primera parte Pablo afirma y confirma la fe. En la segunda encontramos directivas y advertencias para la vida cristiana.

Todo cristiano está llamado a vivir desde ya la llamada a una vida santa y responsable.

Queridos hermanos y hermanas: El himno de bendición con el que empieza la Carta a los Efesios es un texto solemne y bien estructurado que resalta la maravillosa obra de Dios, llevada a cabo por Cristo. Este proyecto divino, preestablecido por Dios en su benevolencia, es el de recapitular todas las cosas en Cristo. Su señorío se extiende a todo el universo y Él revela el misterio escondido en los siglos para que todo el cosmos lleve a término el proyecto concebido por Dios antes de la creación del mundo.
La obra de Cristo, con la remisión de los pecados, la efusión de las riquezas de su gracia, la filiación divina del cristiano y el dar a conocer el misterio de su voluntad, hacen que se pueda entrar en el misterio íntimo de la misma vida trinitaria. (resumen de una homilía de Juan Pablo II sobre estos primeros versículos de la carta a los Efesios)
Primera lectura Ef 1,1-10
Paz: la salvación que viene gratuitamente de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, al pueblo santo, a los fieles cristianos que residen en Éfeso. Os deseo la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en la persona de Cristo -antes de crear el mundo- para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo -por pura iniciativa suya- a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Mediante dones de sabiduría e inteligencia Dios nos da a conocer este proyecto misterioso, fruto del amor que tiene a su Hijo, que debía de realizarse cuando llegara la plenitud de los tiempos: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
1 La carta empieza, como casi todas las de Pablo, con el deseo de gracia, la fuerza de Dios, y paz, la salvación permanente, procedentes de Dios, nuestro Padre, y de Jesús, el Señor. Es un saludo digno de meditar y que reconforta el espíritu, preparándonos para escucha la Palabra.
2 Este trozo inicial se titula “El misterio, o plan divino de salvación”. Es muy “teológico” por lo que trataré de explicarlo como yo lo veo... dentro de las referencias más apropiadas. La línea de argumentación que sigue va hacia el hecho de la redención o plan divino de salvación, por el cual Dios, desde toda la eternidad, determinó salvar a la humanidad. El Apóstol atribuye a Dios Padre la gloria y la iniciativa de este plan de salud universal (v.3-4), plan que se realiza en Cristo y por Cristo (v.5-7), y al que el Espíritu Santo contribuye con su acción santificadora
3 Habíamos visto en la carta a los Gálatas la dicotomía de Pablo entre la Ley y el amor; resalta aquí, con gran belleza, la razón de nuestra creación: “para ser santos e irreprochables ante Él por el amor”.
4 Expresa el deseo de Dios de comunicar sus riquezas fuera de sí, a los seres creados; este es el proyecto misterioso al que Pablo se refiere, creando lo hijos de Dios capaces de recibir su Espíritu u de devolvérselo, reuniéndose al fin todos en Cristo, cielo y tierra.
5 Pero Dios nos crea libres, a sabiendas de que esa libertad puede llevarnos por caminos ajenos a la fidelidad filial; es por ello que pone en el centro de su creación a Cristo Jesús.
6 Y esa liberación por el Hijo tiene lugar por medio de la cruz; y no porque requiera un desagravio por nuestros pecados, sino porque tiene la referencia de una ley en la Biblia que se refiere a que la liberación de un esclavo se firmaba con sangre.
7 Es, pues, por nuestra unión a Cristo, con quien formamos un mismo cuerpo, como entramos en el plan divino de salud, obteniendo la "redención". Ya en la primera carta a los Corintios nos decía Pablo: “Vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno en particular es miembro de él” (1 Co 12, 27)

Nuestra alegría cristiana debe manifestarse de forma pública y notoria; ese agradecimiento por la misericordia y la fidelidad del Señor, que con tanta asiduidad nos enseñan las Escrituras, es algo que, bien guardado en el corazón, debe también exteriorizarse para conocimiento de todos los que nos rodean.
Salmo 98,1.2-3ab.3cd-4.5-6
Solemne invitación a la alabanza; ¿la seguiremos?
El Señor da a conocer su victoria.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra
han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor.
Te rogamos, Señor, que nos enseñes a entonar ese cántico nuevo, a tener iniciativas que consigan llevar la justicia a los más humildes, a los más oprimidos, en gestos que den testimonio de nuestro convencimiento de pertenecerte a Ti, de tenerte en cuenta en toda mi vida.
Nuestra alegría cristiana debe manifestarse de forma pública y notoria; ese agradecimiento por la misericordia y la fidelidad del Señor, que con tanta asiduidad nos enseñan las Escrituras, es algo que, bien guardado en el corazón, debe también exteriorizarse para conocimiento de todos los que nos rodean
Y en ese Reino contemplaremos fácilmente la victoria de nuestro Dios, dándole siempre gracias por ello, y bendiciendo y alabando al Padre por su misericordia y fidelidad.

Los escribas creen honrar a los profetas asesinados haciéndoles espléndidos sepulcros.
Pero, en realidad, y en su actitud profunda, comulgan con los asesinos. Ellos prefieren sus propias interpretaciones de la ley a aceptar una nueva palabra de Dios.
Prefieren llevar a Jesús a la muerte por mantener su inteligencia de la ley. Poseedores de la llave de la ciencia cierran el camino de la salvación a los que ponen en ellos su confianza y los siguen como guías. Pecado personal y pecado en el desempeño de su misión.
La sabiduría humana se rebela contra la sabiduría de Dios. El hombre prefiere sus caminos al camino de Dios. Pero esta persecución de la palabra de Dios por parte de la sabiduría humana no quedará impune. Día vendrá, indeterminado pero seguro, en que se pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas, de todos los inocentes, sacrificados a los intereses humanos en virtud de la inteligencia y defensa de la ley.
¿Muy aplicable a nuestro tiempo actual?
Evangelio Lc 11,47-54
Con el conocimiento que tienen de la Ley y de la Escritura y su forma de interpretarla, los escribas y fariseos se han alejado del Dios vivo y verdadero y además, obstaculizan al pueblo el acceso a ese Dios. ¿Sigue pasando ahora con la Jerarquía eclesiástica
Se pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta Zacarías.
En aquel tiempo, dijo el Señor: “¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis sepulcros. Por algo dijo la sabiduría de Dios: «Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos los perseguirán y matarán»; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, juristas, que os habéis quedado con la llave del saber: vosotros que no habéis entrado y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar!” Al salir de allí, los letrados y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias palabras.
1 Este trozo de Evangelio es continuación del presentado los dos días anteriores; si recordamos un fariseo había invitado a comer a Jesús y Él se había sentado a la mesa sin lavarse las manos.
2 Por aparecer religiosos, levantaban monumentos a profetas que sus antepasados habían matado, lo cual es puesto al descubierto por Jesús
3 La advertencia de Jesús a los “juristas” es aplicable a todos los cristianos, en especial a la jerarquía religiosa, con responsabilidad de magisterio. Su adecuada ejecución, con generosidad y sacrificio, no siempre tiene lugar, dejando a los creyentes “al descubierto”.
4 Porque en esta censura porque dice “se apoderaron de la llave de la ciencia" religiosa. Sólo ellos dictaminaban lo que debía ser. Hasta tal punto, que daban más valor a los dichos y cuerpo de doctrina de sus doctores que a los mismos Libros Sagrados. ¿Nos estará pasando actualmente con la Escritura y la Tradición de la Iglesia?

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Pablo, seguramente a la vista de la situación de la comunidad, trata de explicar el misterio de la salvación. El desarrollo "evangelio-transmisión-fe", al que nos tenía acostumbrados, es sustituido por este otro: "misterio-revelación-conocimiento", interesante, pero de una mayor dificultad de entendimiento para el creyente “normal”. En todo caso, nos lleva a Cristo como “ejecutor” de la salvación, y ahí, como su cuerpo, volvemos a encontrarnos.

¿QUÉ NOS DICE?: ¿Somos conscientes de la figura y realidad de Jesús, el Cristo, como garante de nuestra libertad/salvación? ¿Cantamos alabanzas al Señor, o, por lo menos, “las tarareamos”, pero con nuestro corazón en ello? ¿Vemos la necesidad de que se analice la Tradición de la Iglesia en base a la Escritura?

LA ORACION.- Bendito seas, Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que, en tu gran misericordia, nos has hecho nacer de nuevo para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Tú que en Cristo renovaste al hombre, creado a imagen tuya, haz que seamos imagen de tu Hijo. Concede hoy trabajo a quienes lo buscan, pan a los hambrientos, alegría a los tristes y a todos la gracia y la salvación. Te lo pedimos, Señor

ENCÍCLICA PACEM IN TERRIS DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse
en la verdad, la justicia, el amor y la libertad
Derechos familiares
15. Además tienen los hombres pleno derecho a elegir el estado de vida que prefieran, y, por consiguiente, a fundar una familia, en cuya creación el varón y la mujer tengan iguales derechos y deberes, o seguir la vocación del sacerdocio o de la vida religiosa.



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