18/10/2024 Hoy celebramos la festividad de San Lucas, el evangelista de tacto exquisito, interés por lo cotidiano y el detalle personal y atención a los insignificantes y marginados

¡BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS! 18 OCTUBRE 2024
Hoy celebramos la festividad de San Lucas, el evangelista de tacto exquisito, interés por lo cotidiano y el detalle personal y atención a los insignificantes y marginados

El anuncio del Evangelio debe hacerse a tiempo y a destiempo. Y ha de realizarse con gran paciencia y conforme a la enseñanza, dedicados plenamente al Ministerio que Dios nos ha confiado. A pesar de que tengamos que sufrir oposición de muchos, no hemos de dar marcha atrás en aquello que Dios nos ha confiado: proclamar su Nombre salvador a toda la humanidad. El Señor siempre estará a nuestro lado animándonos y fortaleciéndonos para que su Mensaje de salvación llegue a todos los pueblos.
La Iglesia de Cristo no sólo ha de evangelizarse continuamente a sí misma, para vivir más conforme a las enseñanzas del Señor y llegar a la madurez en Él; además ha de evangelizar a todos los pueblos, pues esa es la Misión que el Señor le confió al enviarla a todas las gentes de todos los tiempos y lugares.
Al final, libres del pecado y de la muerte, a pesar de que hayamos sufrido por anunciar y vivir el Evangelio en ambientes hostiles al mismo, el Señor nos dará la salvación en su Reino celestial de un modo definitivo a quienes, ya desde ahora, lo tuvimos como Señor y Salvador de nuestra vida.
Primera lectura 2 Tm 4, 9-17 b
Pablo ha entregado su vida en pos de Jesús y el Reino de Dios
Solo Lucas está conmigo.
Querido hermano: Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, pues me ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles.
1 Lucas está al lado de Pablo en su predicación; es fiel a la Palabra y a la misión.
2 Pablo está encarcelado y en el juicio nadie se ha presentado para defenderle; pero siente al Señor a su lado y siente que ha cumplido su misión de proclamar el mensaje del reino.
3 Se enfrenta a varios tribunales. Parece como si hubiera sido arrestado en Troade saliendo de allí precipitadamente, de forma que se deja “todas su cosas, para ser llevado al tribunal de procónsul de Efeso y de allí a Roma, por ser ciudadano romano.
4 Vemos que en todas las ocasiones va dejando la “huella”, el testimonio del Evangelio, de forma que lo oyeran todos los presentes. Es su consuelo, su ilusión... nuestra misión.

La liturgia judía reza el salmo 145 dos veces al día: al final de la plegaria litúrgica de la mañana y al inicio de la plegaria litúrgica del mediodía. Hay quien lo ha calificado de «colección de jaculatorias»; de hecho muchos de sus versículos tienen sentido por sí mismo y podrían ser utilizados como breve oración personal a lo largo de nuestra jornada laboral.
Salmo 145, 10-13. 17-18
Cerca está siempre el Señor de nuestra oración
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Nosotros también te sentimos cerca, Señor, y te alabamos y bendecimos por tu fidelidad y tu misericordia.
Danos fuerzas y acierto para que nosotros también seamos capaces de proclamar la gloria de tu Reino, que es una gloria que nos alcanza a todos los que creemos en tu bondad, que es una gloria que debemos transmitir a los que nos rodean, porque la gloria de tu Reino es la felicidad de tus criaturas.

El verdadero discípulo de Cristo no puede guardarse para sí mismo el Mensaje de salvación del que ha sido testigo, y que el Señor ha proclamado con palabras y obras realizadas con poder. Jesús envía a sus discípulos delante de Él. Cuando ahora el Señor se dirige decididamente hacia Jerusalén para cumplir con su Misión Pascual, parecen volver a resonar aquellas palabras del anciano Zacarías pronunciadas sobre Juan: Y a ti niño, te llamarán profeta del Altísimo, pues irás delante de Él para preparar sus caminos.
El Señor ahora y siempre ordena a su Iglesia ponerse en camino para prepararle su llegada a todas y cada una de las personas de todos los lugares y tiempos. Cumplir con esta misión con eficacia es consecuencia de vivir en intimidad con el Señor y no tanto del contar con medios externos y métodos de planeación. Es cierto que todo eso puede contribuir para que todos conozcan y reconozcan a Dios como Señor en sus vidas; sin embargo la eficacia no viene de ahí, sino de Dios que es Quien salva, que es el que nos recibe como hijos suyos. Tomemos conciencia de que iremos siempre, no en nombre propio, sino en Nombre de Cristo, de tal forma que quien nos escuche lo escucha a Él, y quien nos rechace lo rechaza a Él. A Él sea dado todo honor y toda gloria ahora y siempre.
Evangelio Lc 10, 1-9
El Señor siempre espera nuestra labor por el Reino
La mies es abundante y los obreros pocos.
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios».
1 Y en esa proclamación del Reino debemos de aplicarnos, porque la labor necesaria es grande y estamos comprometidos a extender tu Palabra por todo el mundo.
2 Sabemos que muchas veces no vamos a ser bien acogidos, somos reacios a la austeridad en nuestra vida diaria, pero nuestra confianza en el Señor debe de ser grande y eso nos servirá para caminar tras del Señor.
3 Creemos que nos están vedados los milagros, pero no estamos en lo cierto. Hagamos el bien por doquier y veremos como hacemos más felices a las personas, y eso ya es un milagro.
4 Si nuestro testimonio es adecuado, veremos reflejada en nosotros la paz que llevemos con nosotros.
5 Y así el Reino de Dios progresará y la justicia y la paz irán extendiéndose como olas en el agua, que llegan lejos y lejos, y nunca se cansan de actuar.

LA MEDITACIÓN, ¿QUÉ DICE?: Celebramos la festividad del evangelista San Lucas, compañero de “batalla” de Pablo, y redactor de un gran evangelio que nos acerca la Palabra del Señor, que proclama la gloria de su Reino, que cumple la misión encomendada por Jesús en la difusión de ese Reino de justicia y paz

¿QUÉ NOS DICE?: ¿Reconocemos la labor de Lucas? ¿Proclamamos el Reino de Dios? ¿Acercamos la paz del Señor a los que nos rodean

LA ORACIÓN: Te rogamos, Señor, que sepamos seguir la senda marcada por Pablo y Lucas, que fueron capaces de interpretar tu vida, de comprender la justicia y la paz que hay dentro de tu Reino, para mayor felicidad de aquellos a los que podemos llegar con nuestro testimonio y nuestra palabra, y que sean cada vez más personas las que reciban nuestro aliento de verdad e igualdad. Te lo pedimos, Señor

ENCÍCLICA PACEM IN TERRIS DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse
en la verdad, la justicia, el amor y la libertad
16. Por lo que toca a la familia, la cual se funda en el matrimonio libremente contraído, uno e indisoluble, es necesario considerarla como la semilla primera y natural de la sociedad humana. De lo cual nace el deber de atenderla con suma diligencia tanto en el aspecto económico y social como en la esfera cultural y ética; todas estas medidas tienen como fin consolidar la familia y ayudarla a cumplir su misión.



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