Salmo 098
Introducción. - La fiesta se abre proclamando la Resurrección del Señor con un salmo del Reino de Dios. Nosotros, que hemos recibido la plenitud de la Revelación, estamos en óptimas condiciones para entender tales maravillas: se trata de la victoria de Cristo, autor de nuestra Redención, manifestada en su Misterio Pascual: nunca se oyó cosa semejante. Su diestra le ha dado la victoria: es decir, para salvarnos por medio de su Muerte y Resurrección, el Señor no necesitó ayuda extraña.
1 Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas
su diestra le ha dado la victoria,
ha manifestado su santidad.
El salmista empieza con energía y gozo. Hemos de cantar a Jehová. La adoración es el gran tema de los Salmos. y la adoración espontáneamente estalla en canto. Pero no sólo sale con canto, crea un cántico nuevo. Dios es creador; ha hecho al hombre creativo. Dios quiere que usemos nuestra creatividad también para elevarle adoración. Debemos usar cantos viejos, pero también cantos nuevos. Este mandato del salmista provee un gran desafío a los jóvenes cristianos que pueden crear cantos que realmente glorifiquen a Dios
Inmediatamente el salmista da el motivo por esta adoración: ¿porque ha hecho maravillas! La palabra maravillas es lenguaje del éxodo; Israel siempre se acordó de los grandes milagros del éxodo y del peregrinaje y los usó como modelos o narrativas normativas para hablar de sus maravillas en cada época. Victoria... La palabra victoria/salvación está llena de significado. El salmista no especifica qué victoria, pues Dios la da constantemente a su pueblo. Entonces el Salmo sirve en todas las ocasiones para adorar a Dios. Esta victoria sólo Dios la dio por su diestra y su santo brazo, una figura que se usa a menudo para destacar el poder de Dios. Nótese que ha sido totalmente de Jehová. No habla de la astucia ni la valentía de los hombres; la victoria es de Dios. Ante los ojos de las naciones indica otro tema de estos salmos: Dios quiere que todas las naciones le conozcan y le adoren. Es un énfasis misionero. El salmista muestra una visión amplia. Los hechos de Dios en su propio pueblo deben revelar su poder y gloria a toda la gente. ¿Cómo puede Dios obrar hoy en su pueblo, la iglesia, para hacer tal impacto en toda la gente? ¿Por qué salvó a Israel? Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad. Estas palabras misericordia o “amor” y fidelidad se usan en el pacto entre Dios y su pueblo. Este pueblo no es mejor que otros (Deu 7:7-11), pero Dios es fiel a su pacto
La idea de una cantico nuevo se encuentra en muchos lugares de las escrituras (Salmos 33:3, 40:3, 96:1, 144:9 y 149:1; Isaías 42:10, y en Apocalipsis 5:9 y 14:3). El concepto de un cántico nuevo significa que debe de haber algo nuevo y dinámico en la adoración y en las canciones que entonamos a Dios.
La canción de la gracia redentora nunca puede hacerse vieja, aunque las mismas palabras sean usadas... ¿Acaso sus misericordias no son nuevas cada mañana, y su fidelidad nueva cada noche? ¿No está trabajando siempre su amor preparando su mesa para nuevas comidas, preparando la cama para nuevos descansos, inventando nuevos deleites? Mirad a todas estas cosas hasta que su meditación los lleve a la acción de gracias.
El cántico nuevo, en el contexto de esta esperanza de victoria, evidentemente significa una canción que debe de ser compuesta para la ocasión; otras sugerencias parecen ser demasiado elaboradas.
El cántico nuevo tiene una razón de ser — las grandes maravillas de Dios, Sus obras maravillosas. No es una alabanza vacía o el cantar por el bien de cantar. La adoración está conectada con las experiencias de la vida y de sus maravillas.
Muestra los instrumentos de la victoria de Dios, la expresión de sus habilidades y de su fuerza. Como en Isaías 52:10, la idea de su santo brazo es de que Dios se ha remangado la camisa para hacer su poderoso trabajo.
Mientras los cantantes se regocijan por la salvación de Dios manifestada por el bien de Israel, él enfatiza el hecho de que esta ha sido hecha solo por Jehová. ‘Su diestra, y si santo brazo’; estos eran los únicos instrumentos disponibles, o capaces para el trabajo de liberación.
Creo en tu victoria, Señor, como si ya hubiera llegado, y lucho por ella en el campo de batalla como si aun hubiera que ganarla con tu poder y mi esfuerzo a tu lado. Esa es la paradoja de mi vida: tensión a veces, y certeza siempre. Tú has proclamado tu victoria ante el mundo entero, y yo creo en tu palabra con confianza absoluta, contra todo ataque y toda duda. Tú eres el Señor, y tuya es la victoria. Sin embargo, Señor, tu tan anunciada victoria no se deja ver todavía, y mi fe está a prueba. Ese es mi tormento.
¿Por qué tanta alegría? ¿Participamos de la alegría de estar con el Señor?
2 El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
3 se acordó de su misericordia
y su lealtad en favor de la casa de Israel.
los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Es una acción de Dios que percibe (o percibirá) el mundo entero, que conocerán todos los pueblos y por esto alabarán a Dios. La vuelta a Sión, que según el Segundo Isaías superará en grandiosidad al mismo Éxodo (Is 49), será el comienzo de esta justicia de Dios y la celebrarán todos los pueblos porque en la nueva etapa Israel será algo grande y su nombre se dejará sentir en todas partes.
Esto es cierto, debido a la naturaleza pública del despliegue de Dios de su trabajo de redención. Esta es una profecía, de que llegará el día en que todas las naciones lo escuchará. Esta es una exhortación, al pueblo de Dios de proclamar su mensaje de salvación y de justicia
A través de su poder el Señor ha obtenido la victoria — ’salvación’ y ‘justicia.’ En Isaías estas dos palabras son sinónimos para el establecimiento del orden justo de Dios en la tierra en cumplimiento de la palabra profética.
El Señor debe de ser alabado no solo por poner en efecto la salvación humana, sino también por hacerla notoria, porque el hombre nunca hubiera sido capaz de descubrirla por sí mismo.
El nuevo testamento muestra que Dios ha hecho notoria su salvación de una manera más allá de la expectación del salmista. La persona y el trabajo de Jesús y el esparcimiento mundial del evangelio son los cumplimientos de esto.
Una de las maravillas de Dios es su inagotable misericordia y verdad al pueblo del pacto de Abraham, Isaac, y Jacob. Es extraño el pensar que algunos creen que Dios se ha olvidado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel.
Había una especie de centro o enfoque en el trabajo de Dios con la casa de Israel, pero los términos de la tierra nunca iban a ser olvidados. Desde el mismo principio de su pacto con Abraham, todas las familias de la tierra ya estaban en la visión (Génesis 12:3).
El profeta habló en términos sencillos del llamado de los gentiles, quienes iban a ser adoptados a la familia de Dios, y convertirse en hijos de Abraham.
¿Sabemos ver la misericordia y lealtad del Señor? ¿La proclamamos a nuestro alrededor?
4 Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
¡Cantad alegres...! viene de una palabra que significa “levantar un grito” o “clamor”. La misma palabra se usa en Zec 9:9 y se cumplió el domingo de Palmas en Jerusalén cuando la gente clamó “hosanna” a Jesús. El volumen de la alabanza sigue aumentando: estallad de gozo, y después se agregan instrumentos musicales
El ruido de alegría de los versos 4 y 6 nos lleva a los gritos espontáneos que darían la bienvenida a un poderoso rey o tras una victoria. Es la palabra que se traduce como ‘da voces’ en Za 9, 9, la profecía que se cumple en el domingo de palmas.
La adoración debe de ser entusiasta, variada, y en una canción. Esto es lo contrario de las canciones monótonas.
¿Somos capaces de la alabanza? ¿La consideramos en nuestra oración?
5 Cantad al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
6 con clarines y sonidos de trompeta
aclamad al Señor, que es Rey.
Esta voz de clarín o nota fuerte y sostenida de la trompeta se usaba para anunciar grandes eventos como las fiestas principales (Lev 25, 9) o la coronación de un rey como Salomón. Todo este clamor de adoración está dirigido al Rey Jehová; se está reconociendo y celebrando su señorío sobre todo el mundo. Él es Rey y merece la honra y gloria como rey de todo
La idea es que había una banda de músicos asistiendo los cantos de alabanza, el salmo, y los gritos de alegría. La combinación de los instrumentos asume un cierto nivel de esfuerzo y de habilidad entre los músicos.
Los instrumentos musicales son muy citados en la Biblia como acompañamiento y complemento de la alegría y alabanza. Baste recordar el último salmo del salterio con la enumeración de tantos instrumentos al servicio de la liturgia jubilosa: trompetas, arpas, cítaras, tambores, flautas, platillos sonoros... Todo esto para aclamar al Señor que es rey sobre su pueblo y sobre el universo, y para que la alabanza sea más armoniosa, más universal. La Biblia nos da una muestra más de aprecio por todo aquello que es bueno, alegre, positivo, humano: todo colabora en el bien del hombre, todo redunda a gloria de Dios. Los salmos son este eco fiel que van formando la conciencia del pueblo y le educan en una actitud abierta y generosa que la ennoblece y dignifica.
¿Acompaña la alegría a nuestro ser cristiano?
7 Resuene la mar y todo lo que hay en ella,
el mundo y todos sus habitantes;
8 aplaudan las corrientes del océano,
griten de gozo las montañas al unísono.
El salmista levanta el volumen de la adoración todavía más. Ahora la mar, los ríos los montes, toda la creación alaba a Dios. Según Rm 8,19 toda la creación en actitud expectante aguarda la salvación final de Dios. Los problemas ecológicos hoy indican que tiene razón.
Los instrumentos musicales mencionados en los versículos previos no eran lo suficiente para dar a Dios la alabanza que merece. Ahora la mar misma es llamada a sumar su bramido al sonido de la alabanza. Los ríos y los montes son traídos al equipo de alabanza con sus sonidos de regocijo.
Estas apelaciones a la naturaleza en sus grandes departamentos — del mar en su poderosa amplitud, y de la tierra con sus ríos y sus montes — forman, no una garantía, sino un llamado a los ministros cristianos a reconocer más a Dios en sus oraciones y en sus sermones como el Dios de la creación, en lugar de restringirse a sí mismos tan exclusivamente a las doctrinas del cristianismo. Hagan lo primero, pero no dejen lo segundo sin hacer.
La imagen poética de alabanza por parte de la creación inanimada es maravillosa, pero no es suficiente. La alabanza también debe de venir de aquellos que en él habitan — tal vez una referencia no solo para las personas, sino también para los animales del mundo.
El salmista, presenciando en el espíritu el cumplimiento de la promesa, la llegada del Cristo, y la gloria de su reino, piensa que es un crimen para cualquier criatura el permanecer callada; él ordena a toda la tierra que rompa en regocijo.
¿Sabemos ver al Señor en la naturaleza?
9 Gritad de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra;
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con rectitud.
Nótese la razón por toda esta alabanza gozosa: porque viene para juzgar la tierra. Esta es la esperanza del cristiano. Jesús viene y, según Apocalipsis, cuando venga va a instituir la justicia. Notemos cómo el salmista combina los hechos de Dios en la historia pasada, la alabanza del presente y la esperanza futura. Y en esta esperanza la justicia y la rectitud son importantes. Hoy, todo el mundo grita por justicia. Todos quieren algún régimen que pueda lograr la justicia. La Biblia enseña que sólo Dios puede hacer una justicia completa. Pero el que sigue a Cristo debe hacer todo lo posible para que haya ahora justicia y rectitud. El cristiano bien puede usar este Salmo, pues adora a su Salvador que le da la victoria sobre el poder maligno. Adora a Cristo porque es su rey ahora. Y adora a Cristo que viene y que reinará en justicia para siempre.
La fuerte y profunda alabanza descrita en este Salmo no es solo por las maravillosas cosas que Dios he hecho (Salmo 98:1). Es también por el trabajo que está a punto de hacer—Juzgará al mundo con justicia. Su justo gobierno y reino es un descanso bienvenido por toda la creación que ha sufrido bajo el pecado y la rebelión de la humanidad.
En el mundo antiguo (y a veces incluso en el presente) la justicia era rara. Los jueces eran sobornados o guiados por ideologías y prejuicios. La idea de un juicio con equidad era un gran descanso para aquellos que eran constantemente oprimidos y a los que se les negaba justicia.
¿Tratamos nosotros de actuar en nuestra vida con rectitud y justicia?
Comentario final
El nombre del Señor es el centro de este Salmo. Dios actúa en la historia y al final juzgará al mundo y a los pueblos. En este contexto, juzgar significa también gobernar, instaurar la justicia, el orden y la paz. Esto es lo que el Señor trae consigo, lo que implantará definitivamente en todo el orbe. Es también el motivo por el que se le invoca y alaba desde todas partes y con todos los medios.
En la perspectiva cristiana, esta realidad ha comenzado ya en Cristo, en el cual "se revela la justicia de Dios", como dice San Pablo (Romanos 1, 17) y, por eso, el creyente puede entonar ya ahora el «canto nuevo» del universo y la humanidad entera redimida por Cristo.
En este Salmo, el apóstol Pablo reconoció con profunda alegría una profecía de la obra del misterio de Cristo. Pablo se sirvió del versículo 2 para expresar el tema de su gran carta a los Romanos: en el Evangelio «la justicia de Dios se ha revelado» (Cf. Romanos 1, 17), «se ha manifestado» (Cf. Romanos 3, 21).
La interpretación de Pablo confiere al Salmo una mayor plenitud de sentido. Leído en la perspectiva del Antiguo Testamento, el Salmo proclama que Dios salva a su pueblo y que todas las naciones, al verlo, quedan admiradas. Sin embargo, en la perspectiva cristiana, Dios realiza la salvación en Cristo, hijo de Israel; todas las naciones lo ven y son invitadas a aprovecharse de esta salvación, dado que el Evangelio «es potencia de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego», es decir el pagano (Romanos 1,16).
Ahora «los confines de la tierra» no sólo «han contemplado la victoria de nuestro Dios» (Salmo 97, 3), sino que la han recibido.
«Cántico nuevo es el Hijo de Dios que fue crucificado --algo que nunca antes se había escuchado--. A una nueva realidad le debe corresponder un cántico nuevo. “Cantad al Señor un cántico nuevo». Quien sufrió la pasión en realidad es un hombre; pero vosotros cantáis al Señor. Sufrió la pasión como hombre, pero redimió como Dios”. Orígenes continúa: Cristo “hizo milagros en medio de los judíos: curó a paralíticos, purificó a leprosos, resucitó muertos. Pero también lo hicieron otros profetas. Multiplicó los panes en gran número y dio de comer a un innumerable pueblo. Pero también lo hizo Eliseo. Entonces, ¿qué es lo que hizo de nuevo para merecer un cántico nuevo? ¿Queréis saber lo que hizo de nuevo? Dios murió como hombre para que los hombres tuvieran la vida; el Hijo de Dios fue crucificado para elevarnos hasta el cielo»