Salmo 140
Introducción. - Este salmo, como indican los comentaristas bíblicos, es un poema de auxilio y ayuda contra el enemigo y el perseguidor. El poeta pide al Señor que le libre de sus enemigos, de aquellos que le quieren mal, que le buscan la perdición.
Al leerlo me he dado cuenta que nunca he leído estos salmos pensando en que yo soy mi peor enemigo. De hecho, estos poemas pueden leerse desde la óptica de aquel que clama a Dios que lo libre de uno mismo. Porque en realidad, con demasiada frecuencia, nosotros somos para nosotros mismos nuestro peor y más duro enemigo. No es extraño que focalicemos nuestros problemas en los demás. Pedimos a Dios que nos proteja y guarde de los otros. En ocasiones, es cierto, los otros nos dañan y buscan nuestro mal. Sin embargo, cuántas veces nosotros, nuestra pecaminosidad, nuestros deseos e instintos descontrolados nos causan daños tremendos a nosotros mismos, nuestra vida, nuestras relaciones.
Hace falta madurez para orar este salmo relacionándolo con uno mismo. Madurez para ver sin justificar aquellas cosas que son destructivas en nosotros. Madurez para reconocer que deben ser cambiadas y madurez, en fin, para estar abiertos a la intervención de Dios en contra nuestro para favorecernos.
A. Hombre malo, palabras malas, maquinaciones malas.
Oración por liberación.
Líbrame, oh Señor, del hombre malo;
Guárdame de hombres violentos,
Los cuales maquinan males en el corazón,
Cada día urden contiendas.
Aguzaron su lengua como la serpiente;
Con veneno de víboras en sus labios. Selah
Muchas veces en la vida del salmista, él sufrió bajo la presencia y presión del mal y de hombres violentos. Este canto desesperado vino de tal época, y muestra su urgencia al no tener preludio de alabanza o contemplación.
El salmista estaba siendo calumniado por hombres malvados y violentos, que estaban preparados, si la ocasión se ofrecía, para agregar violencia real a su discurso mentiroso.
La calumnia y la difamación siempre preceden y acompañan a la persecución, porque la malicia misma no puede incitar a la gente contra un buen hombre, como tal; para hacer esto, primero debe ser representado como un mal hombre.
El perseguido se dirige a Dios en oración; no podía hacer nada más sabio. ¿Quién puede enfrentarse al hombre malvado y derrotarlo, salvo el mismo Dios, cuya bondad infinita es más que un rival para todo el mal del universo?
Esos hombres malos eran conocidos por los males en el corazón. Sus malas acciones no eran accidentes desconectados de su verdadera naturaleza, como se muestra en que siempre estaban listos para el conflicto y la guerra.
Es terrible tener una condición del corazón como esta. Cuando la imaginación se regocija por hacer daño a los demás, es una señal segura de que toda la naturaleza está sumida en la maldad.
El deseo de guerra y maquinaciones a menudo se expresa con palabras punzantes y venenosas. David sentía tanto el aguijón como el veneno de tales hombres y sus palabras.
Como la serpiente; o afilando sus lenguas, como se dice que las serpientes afilan la suya cuando están a punto de morder; o mejor dicho, usando palabras tan afiladas y penetrantes como la mordida de una serpiente.
Era una noción común que las serpientes insertaban su veneno por la lengua, y los poetas usaban la idea como expresión poética, aunque es cierto que la serpiente hiere con sus colmillos y no con su lengua. No debemos suponer que todos los autores que usaron ese lenguaje estuvieran equivocados en su historia natural más de lo que no se puede acusar a un escritor de ignorancia de la astronomía porque habla del viaje del sol de este a oeste.
Pablo citó el versículo 3 en Rm 3, 13 como parte de su descripción de la profunda pecaminosidad del hombre. En principio, Pablo expandió la idea más allá del sentido original de David y aplicó el concepto a toda la humanidad en su condición caída.
Selah: Esta palabra indica algún tipo de pausa, ya sea para una expresión musical o para un pensamiento y meditación cuidadosos – o ambos. Selah se repite tres veces en este salmo, y aquí indica que la profunda pecaminosidad del hombre es digna de nuestra cuidadosa consideración. A menudo pensamos muy poco en la grandeza de Dios y muy poco en la pecaminosidad del hombre.
Lo que emerge claramente de este pasaje es el mal que puede surgir, no de la presión de las circunstancias, sino del amor por la violencia, la crueldad y la intriga por sí mismas.
Oración por preservación.
Guárdame, oh Jehová, de manos del impío;
Líbrame de hombres injuriosos,
Que han pensado trastornar mis pasos.
Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios;
Han tendido red junto a la senda;
Me han puesto lazos. Selah
En la primera parte de este salmo, el salmista reconoció la presencia de hombres impíos y de hombres violentos. Con una visión tan realista, luego pide a Dios: “guárdame, oh Jehová, de manos del impío”.
El ‘impío’ puede desear, planear y ejecutar con arrogancia; pero el Amo del universo no puede tolerar la anarquía por mucho tiempo. Con este fin, la súplica se convierte en una oración imprecatoria.
Esperaban hacer tropezar al salmista con una serie de lazos, cuerdas, redes y trampas escondidas, muchas de las cuales eran expresadas en sus venenosas palabras. No estaba ciego a las trampas, pero tenía esperanza en la ayuda de Dios.
Cómo son ‘los lazos y las cuerdas’... colocadas para nosotros por ese artista astuto y experimentado, que se preocupa de que no aparezca nada a la vista, excepto los seductores cebos del honor, el placer y el beneficio, mientras que de las dificultades no tenemos conciencia hasta que nos encontramos enredados y atrapados en ellos.
Si un hombre piadoso puede ser engatusado, sobornado, intimidado hecho enojar, los malvados lo intentarán. Están dispuestos a tergiversar sus palabras, interpretar mal sus intenciones y desviar sus esfuerzos; están listos para adular y mentir, y hacerse mezquinos hasta el último grado para poder lograr su abominable propósito
B. Buscar la ayuda de Dios
Oración al Dios de fuerza y salvación.
He dicho al Señor: Dios mío eres tú;
Escucha, oh Señor, la voz de mis ruegos.
Jehová Señor, potente salvador mío,
Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.
No concedas, oh Señor, al impío sus deseos;
No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah
El poeta representa a sus adversarios tan unidos como si tuvieran una sola cabeza, porque hay con frecuencia unanimidad entre los espíritus malignos, lo cual les hace mas fuertes y terribles en sus viles propósitos. La lex talionis, con frecuencia derriba al hombre violento y hace caer sobre él el mal que había planeado para otros; sus flechas se vuelven contra ellos. Cuando los labios de un hombre sueltan maldiciones, probablemente, como las gallinas, acabarán regresando al punto del que partieron para reposar. Una piedra lanzada al aire es muy probable que caiga sobre la cabeza del que la lanzó.
El salmista no adoraría a ningún otro dios; su lealtad era solo para Yahveh. Esta devoción le daba la confianza de que Dios escucharía la voz de sus ruegos. Dios no solo escucha las palabras del clamor, también escucha la voz del clamor. Es distintiva y con significativa para Él.
‘Tú eres mi Dios’, en oposición a los dioses de los paganos. Ellos pueden adorar a Baal y Asera, pero ‘tú eres mi Dios’. Considero a otros dioses como ídolos, obras de manos de hombres, y los desprecio
El salmista clama a Yahveh (Dios) su amo (Señor, adonai), reconociéndolo como el Señor de su vida, y a ningún otro dios. El Dios verdadero realmente podría ayudar a David, siendo su potente salvador.
El salmista conoció muchas batallas literales, pero también vivió muchas batallas con hombres mentirosos y calumniadores. Él testifica que Dios ha sido su protección, su escudo, su armadura en esas batallas.
All reconocer la supremacía de Yahveh, el salmista se da cuenta de que si Dios ayudaba al impío, entonces ellos se ensoberbecerían. Él ora para que Dios obre en favor de su pueblo y en contra de los deseos del impío.
e. Selah: Cuando el salmista consideró la necesidad de detener a los malvados en su malvado plan, hizo una pausa pensativa.
La oración del salmista con respecto a los impíos.
En cuanto a los que por todas partes me rodean,
La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
Caerán sobre ellos brasas;
Serán echados en el fuego,
En abismos profundos de donde no salgan.
El hombre deslenguado no será firme en la tierra;
El mal cazará al hombre injusto para derribarle.
Como no sabemos la ocasión exacta en la vida del salmista para esta oración, no sabemos a quién se refería con los que lo rodean.).
El salmista ora por simple justicia con respecto a sus enemigos. Ora para que sean cubiertos con la misma maldad que ellos habían hablado contra otros. Bajo el Nuevo Pacto, se nos dice que no devolvamos mal por mal (Rm 12,17), pero simpatizamos con el clamor del salmista por justicia.
El salmista ora para que el mismo fuego que los impíos derramaban sobre otros se derramara sobre ellos. Ora para que esto destruya a los impíos y para que sean perseguidos por el mal hasta que sean derrocados.
Las brasas y los abismos son probablemente metafóricos; los primeros, por las palabras mordaces que les encantaba usar... los segundos, por las trampas y obstáculos que han creado para otros
El salmista sin duda tenía ante sus ojos la imagen de Sodoma, donde carbones encendidos cayeron sobre las ciudades culpables, y donde los hombres tropezaron en el fuego. Y cuando intentaron escapar, cayeron en los pozos de lodo profundo y perecieron
Confianza en la victoria de Dios.
Yo sé que el Señor tomará a su cargo la causa del afligido,
Y el derecho de los necesitados.
Ciertamente los justos alabarán tu nombre;
Los rectos morarán en tu presencia.
El salmista permanecía confiado en que Dios defendería a su pueblo afligido. Esto significaría justicia para el pobre y otros que sufren por las palabras y obras de hombres malvados.
El movimiento final es una afirmación de fe. El cantor confía en que en el gobierno de Jehová, los hombres malos no pueden continuar. Los afligidos serán librados, y los justos y rectos serán perfectamente vindicados.
Toda persona que es perseguida por causa de la justicia tiene a Dios como su ayuda y refugio especiales; y el perseguidor tiene al mismo Dios por enemigo especial.
Este salmo termina con una nota de confianza. Aunque atacado por los impíos, el salmista confiaba en el Señor y le entregó todo su deseo de retribución. Creía que al final, los justos estarán agradecidos y los rectos morarán en tu presencia – la mejor recompensa de todas.
La última línea es totalmente positiva. Su corazón es libre para encontrar su verdadero hogar, y sus últimas palabras coinciden con el clímax al que se mueve toda la Escritura: ‘Y sus siervos le servirán: y verán su rostro’ (Ap 22, 3).
El Salmo 140 comienza con grandes problemas y dolor, pero termina en alabanza y triunfo. “Si el dolor es una certeza, también lo es la acción del Señor ... El dolor y las tinieblas llegan a todos los hombres, pero sólo los que conocen a Dios y están seguros de Él hacen del sufrimiento, y de la noche, ocasiones de salmodia triunfante”.
alturas de reposo pacifico.